La diplomacia española no cree que vaya a haber guerra en Ucrania
Javier Solana, ex secretario general de la OTAN - efe

La diplomacia española no cree que vaya a haber guerra en Ucrania

Solana, Moratinos, Palacio, León y Piqué no creen que el conflicto entre Kiev y Moscú vaya a degenerar en un enfrentamiento armado

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  1. Javier Solana: «No se puede permitir una intervención en un país soberano»

    Javier Solana, ex secretario general de la OTAN
    Javier Solana, ex secretario general de la OTAN - efe

    Ucrania es un país independiente y Crimea forma parte de Ucrania. Por lo tanto, cualquier actividad de un país tercero en Crimea o en Ucrania es una intervención, que no se ajusta a ninguna de las normas internacionales. Es una intervención en un país soberano que no se puede permitir. Otra cosa es que digamos que la historia de Ucrania es una compleja, que hay ciudadanos rusos de Ucrania, como los hay en otros países, pero eso forma parte del debate posterior, sobre cómo se trata a un país como Rusia, que es vecino de Ucrania y qué relaciones ha de tener; sobre cómo Ucrania no puede vivir sin Rusia ni puede vivir sin la UE; o sobre cómo se llega a un acuerdo acerca de cómo va a ser Ucrania en el futuro.

    No creo que se pueda producir un conflicto bélico. Creo que estamos más en un asunto de diplomacia y que a nadie le va a interesar ir más allá de eso. Es una diplomacia difícil, pero diplomacia. Puede haber tensiones comerciales, en efecto, pero lo que yo creo es que no va a haber tensiones militares, más allá de lo que ha pasado ya.

  2. Miguel Ángel Moratinos: «Rusia tiene la sartén por el mango»

    Miguel Ángel Moratinos, ex ministro de Asuntos Exteriores
    Miguel Ángel Moratinos, ex ministro de Asuntos Exteriores - valerio merino

    La situación en Ucrania es crítica, compleja y de difícil solución y por ello, se necesita diplomacia y visión de futuro a medio y largo plazo. Creo que ha sido un error no tener en cuenta los intereses estratégicos de Rusia. 2014 es un año simbólico, al cumplirse el centenario de la Primera Guerra Mundial, y hemos extraído lecciones para evitar que un escenario similar se repita.

    La guerra de Crimea de 1853 supuso una indicación de los intereses estratégicos que hay en la zona. Hoy, sería incomprensible que no se pudiese llegar a una solución diplomática. Hace falta una iniciativa diplomática en la que todos vayan en una dirección.

    En mi opinión fue un error haber convocado la reunión exclusiva de países miembros de la OTAN sin haber convocado antes el Consejo Rusia-Alianza Atlántica, para que Rusia se explicara. O haber utilizado la OSCE para buscar un mecanismo de entendimiento.

    No se pueden olvidar los intereses de Rusia en la zona, como tampoco se puede dejar de lado el uso de la fuerza por parte de Víctor Yanukovich, pero una solución ha de ir en la línea de lo que planteó el ministro alemán de Exteriores, Walter Steinmeier, de crear un grupo de trabajo de países que sobre la base de la OSCE pueda encontrar una solución de compromiso.

    Rusia no puede ser vista como un enemigo de la Unión Europea. No se puede olvidar que Rusia tiene la sartén por el mango, porque la UE depende de la energía rusa y las medidas que puedan tomarse en Europa con la política de visados o la no asistencia al G-8 no van a cambiar nada.

  3. Anas Palacio: «No hay razones para que haya una guerra»

    Ana Palacio, ex ministra de Asuntos Exteriores
    Ana Palacio, ex ministra de Asuntos Exteriores - efe

    Rusia y la Unión Europea o en general la comunidad atlántica se necesitan mutuamente. Creo que ahora está claro, tras lo que ha sucedido en Ucrania. Para negociar, necesitas que haya un espacio de negociación y alguien con quien hacerlo. Pero no se puede negociar con alguien que está apostando muy fuerte si tú no pones tus cartas sobre la mesa.

    Es muy difícil saber lo que va a pasar, porque lamentablemente pueden surgir imponderables que den lugar a consecuencias de violencia. Espero que no sea así. Tendríamos que ser capaces de encontrar una solución negociada que tuviera en cuenta los intereses legítimos que tiene Rusia y los intereses legítimos que tienen la comunidad atlántica y los ciudadanos ucranianos en todo este asunto. A partir de ahí, espero que las negociaciones vayan adelante de una forma equilibrada. Lo que no puede ser es que los europeos acudan totalmente desunidos a hablar con una Rusia que tiene las ideas muy claras y sabe lo que se está jugando y va a por todas.

    Lamentablemente, en esta situación las cosas se pueden escapar, pero creo que no hay razones para que haya una guerra. Lo que hay son razones para negociar.

    No sé si podríamos asistir a una guerra de tipo comercial, porque eso forma parte de los términos de la negociación. Yo creo que no, porque no tiene ningún sentido para Europa no para Rusia. Hay que ver cómo se plantea la negocaicón, pero desde luego, no tiene ningún sentido, porque toda guerra comercial tiene consecuencias para las dos partes.

  4. Bernardino León: «La opción militar es muy difícil»

    Bernardino León, enviado especial de la UE para el Sur del Mediterráneo
    Bernardino León, enviado especial de la UE para el Sur del Mediterráneo - jaime garcía

    Lo que está sucediendo en Ucrania es distinto a lo que ocurrió en 2008 en Osetia. Aquel era un conflicto postsoviético de ajuste, en tanto que ahora, el caso de Crimea, aunque hay también una componente de problema postsoviético, desde el punto de vista psicológico e histórico hay que considerar que los rusos casi no se entienden a sí mismos sin ese territorio. Además, no sólo es que cuente para Putin el elemento militar y estratégico de que tiene ahí la flota del Mar Negro, sino que también influye su afán de dejar atrás un periodo de humillaciones tras la caída de la URSS y el aspecto importante de continuidad histórica.

    Por eso, no será fácil que Putin de su brazo a torcer. Los rusos dicen que esto es algo realmente importante para ellos, pero no creo que Rusia quiera ahora entrar en un conflicto militar. El conflicto de Osetia era relativamente fácil, pero Ucrania es un territorio más grande y complejo, con una componente de enfrentamiento civil muy grande. Por eso, creo que para ellos está aún lejano ese escenario de conflicto. Y para Europa debería también estarlo. La opción militar es muy difícil. Crimea está casi adyacente al territorio ruso, mientras que para Europa se trata de una zona relativamente remota y de difícil acceso. No tiene, por ello, gran sentido plantearse la opción militar.

    Lo que si debe hacer Occidente es hablar muy claro, porque lo que está en juego es mucho. Se pueden entender los sentimientos rusos, pero Rusia debe saber que ha de respetar el derecho internacional. Occidente ha de ser muy firme, pero tampoco veo un escenario de nueva guerra fría, de un deterioro profundo de las relaciones, porque me parece que los rusos son los primeros que no tienen interés en que la relación comercial con Europa se deteriore.

  5. Josep Piqué: «Asistiremos a una independencia de Crimea no reconocida internacionalmente»

    Josep Piqué, ex ministro de Asuntos Exteriores
    Josep Piqué, ex ministro de Asuntos Exteriores - j. m. serrano

    Yo creo que el riesgo general de guerra es nulo. No creo que la cosa vaya a mayores y sí que se va a llegar a una situación de facto, que consistirá en una pseudoindependencia de Crimea bajo paraguas ruso, que no va a ser reconocida por la comunidad internacional, pero que le va a permitir a Rusia cumplir con su objetivo vital, que es que la base naval de Sebastopol esté siempre bajo su influencia y, en ningún caso, pueda quedar rodeada de un país que en el futuro pudiera ingresar en la Alianza Atlántica.

    A nadie le interesa un conflicto bélico. Lo que se juega es pura posición de Ucrania en la geoestrategia internacional. Dependerá del resultado de las próximas elecciones, pero lo que sí creo es que asistiremos, como ya sucedió en Georgia, a una independencia unilateral, no reconocida internacionalmente, en este caso de Crimea, porque eso responde a los intereses estratégicos más vitales de Rusia.

    Y en cuanto a la posibilidad de una guerra comercial, la comunidad internacional tendrá que dar algún tipo de respuesta, tal vez imponer algún tipo de sanciones, pero los intereses entre Rusia y Occidente son muy grandes y pienso que, al final, las consecuencias serán más bien escasas.

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