Ucrania
La dificultad de Europa para imponer saciones a Ucrania
Las represalias económicas dañarían a Moscú pero también a Kiev o a la misma Unión Europea

Aproximadamente una cuarta parte del gas que consume la Unión Europea viene de Rusia y casi todo ese gas tiene que atravesar el territorio ucraniano. Ucrania es a su vez un país al borde de la quiebra, un escenario que si se produjese formalmente tendría repercusiones incalculables en el sistema bancario europeo, su principal acreedor. Todas las opciones son catastróficas para la propia Unión Europea, por lo que la perspectiva de dictar sanciones económicas contra Rusia representa una opción muy delicada para todos los países.
La experiencia de lo que ha sucedido en anteriores episodios en los que se ha producido el corte del suministro de gas precisamente por disputas entre Rusia y Ucrania ha enseñado a los responsables europeos la debilidad que representa esta dependencia respecto a los hidrocarburos siberianos. En los últimos años, la UE ha alentado la creación en todos los países de depósitos estratégicos para guardar reservas suficientes que puedan ser utilizadas en caso de conflicto, pero no todos los países se han llegado a interconectar para recibir el gas de otros socios europeos. Los gasoductos no siempre pueden ser utilizados en las dos direcciones y hay países como Eslovaquia que solo pueden usar el gas que viene de Ucrania pero no están preparados para hacerlo venir desde la República Checa, que si está conectada directamente con Alemania en los dos sentidos.
Pero lo que no se ha podido resolver hasta ahora es la dependencia esencial del gas ruso, venga por el camino que venga. De hecho, Berlín optó por lo que creía que era la solución milagrosa para evitar los efectos de las disputas ruso-ucranianas, y construyó una conducción que viene directamente desde Rusia hasta Alemania, atravesando longitudinalmente el mar báltico. Aunque en la mayor parte de los países europeos la crisis económica ha reducido mucho el consumo de gas y la perspectiva de la explotación de yacimientos de gas de pizarra en todo el mundo está abaratando este combustible, Alemania sigue siendo especialmente vulnerable ahora que ya ha anunciado que cerrará las centrales nucleares.
Rusia es el principal cliente de la UE y Europa es la principal fuente de divisas para Rusia. En realidad son dos fuerzas obligatoriamente complementarias. Rusia no puede vender su gas a clientes alternativos (China o la India) porque no tiene infraestructuras para hacerlo. Tampoco la UE encontraría mercados como el ruso para muchos de sus productos industriales.
Sin embargo, el agravamiento de la situación en Ucrania puede tener consecuencias muy graves para la economía europea. Desde que empezó la inestabilidad, los capitales han huido de Ucrania y se estima que en estos momentos el actual gobierno no dispone apenas de reservas de divisas más allá que para garantizar dos meses de importaciones. Sin acceso real a los mercados de crédito, las agencias de calificación consideran poco probable que Ucrania logre los 4.000 millones de euros que necesita para pagar sus obligaciones, es decir, que es muy posible que tenga que declararse en quiebra, lo que provocaría una cascada de consecuencias nefastas para los bancos europeos que han financiado la deuda ucraniana.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete