El atracador, el comunista y «Juana de Arco»: Quién es quién en el caos de Ucrania
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El atracador, el comunista y «Juana de Arco»: Quién es quién en el caos de Ucrania

Timoshenko, Klitchkó, Yanukóvich, Turchínov… Ucrania entra en una nueva etapa en la lucha por el poder. Estos son los principales actores en un país dividido entre preeuropeos y prorrusos

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  1. Julia Timoshenko, «Juana de Arco» recobra la libertad

    efe

    Aclamada en el Maidan tras la caída de Víktor Yanukóvich, la exprimera ministra es la estrella emergente, pero también todo un símbolo del cariz cainita y la profunda división que han aquejado a la política ucraniana durante el último decenio. Timoshenko fue una de las líderes de la Revolución Naranja de 2004, la primera que tumbó a Yanukóvich, y apoyó al proeuropeo Víktor Yuschenko en su carrera hacia la presidencia.

    Aupada por su imagen de patriota combativa, Timoshenko llegó a ser primera ministra, pero la ruptura de su pacto con Yuschenko la hizo caer en desgracia. En 2010 compitió en las presidenciales con Yanukóvich, al que acusó de fraude electoral tras ser derrotada. Tras esto, una operación judicial de indudable inspiración política impulsada por el Partido de las Regiones de Yanukóvich, la llevó a prisión acusada de «abuso de poder» y de haber inflado el precio del gas en detrimento de los intereses ucranianos en unos contratos de suministro firmados con Rusia. Timoshenko y su círculo han denunciado todo este tiempo las malas condiciones en las que ha pasado su cautiverio, durante el que ha sufrido dos hernias discales que a sus 53 años la han postrado en una silla de ruedas.

    Aunque su estado de salud podría impedir su retorno a la primera línea política, de momento la «Juana de Arco» ucraniana asiste a cómo sus fieles del partido Patria van ocupando el vacío de poder dejado por Yanukóvich y la postulan como candidata a primera ministra. Ella ha rechazado optar al cargo. Puede que ya no esté para estos trotes. O puede que se esté reservando para las presidenciales que deberían celebrarse este año.

  2. Vitali Klitschkó, el boxeador que quiere ser presidente

    reuters

    Del ring a la arena política. Este ha sido el peculiar trayecto recorrido por el Vitali Klitschkó, excampeón del mundo de los pesos pesados y hoy aspirante a presidente de la Ucrania pos-Yanukóvich. Parece el más elocuente de los síntomas de cómo están las cosas en el país el hecho de que sea un púgil retirado uno de los protagonistas del debate político. De 42 años, Klitschkó ha sido el más activo y beligerante de los azuzadores del incendio del Maidan, una protesta de la que ha sido el rostro visible y que ha capitalizado hasta poder pronunciar que «estoy dispuesto para ayudar a convertir Ucrania en un país europeo normal y si tiene que ser como presidente que así sea». Kiltschkó será el candidato de la proeuropea UDAR (Alianza Democrática Ucraniana para las Reformas) en las elecciones presidenciales, en las que intentará rentabilizar el perfil de azote de la corrupta clase política tradicional que se ha construido en los últimos tiempos.

    Los detractores de Klitschkó le achacan falta de altura intelectual y cintura política, virtudes que se antojan especialmente necesarias ahora que el desafío es el de completar la transición sin fracturar a la bipolar Ucrania. La que solo ve cualidades en él es la canciller alemana Angela Merkel, que lo apoya por su incondicional europeísmo y ve en él un valor en alza.

  3. Alexánder Turchínov, de las juventudes comunistas al sueño europeo

    reuters

    Alexánder Valentínovich Turchínov, hombre fuerte de Ucrania en la actual etapa de transición, nació el 31 de marzo de 1964 en Dnepropetrovsk, tierra natal también de Julia Timoshenko, de la que es su hombre de confianza. Se graduó como ingeniero metalúrgico y trabajó durante un año en una fundición, pero enseguida descubrió su vocación política. A los 23 años, se integró en las filas del Komsomol, las juventudes del PCUS, el Partido Comunista de la Unión Soviética. Escaló puestos en el Komsomol hasta convertirse en responsable de propaganda del Comité regional de Dnepropetrovsk. Participó en una plataforma que pretendía democratizar el PCUS y descentralizarlo. Tras la desintegración de la URSS, en 1991, trabajó en la agencia ucraniana de prensa UNA y al frente del Instituto de Relaciones Exteriores, Economía, Política y Derecho.

    La administración local de Dnepropetrovsk le reclutó en 1992 para dirigir los programas de privatización y, al año siguiente, el entonces presidente, Leonid Kuchma, le nombró consejero económico. Cuando Kuchma dejó el cargo, Turchínov se puso al frente del Instituto para la Reforma Económica. Fue elegido diputado en 1998 en las listas del partido «Gromada» (Comunidad). Pero en 1.999 fundó, junto con Timoshenko, la formación Batkívshina (Patria). Fue uno de los dirigentes del equipo de campaña del presidente Víctor Yúshenko, quien después le nombró jefe de los servicios secretos de Ucrania, el SBU, para acometer su remodelación. En 2005, cuando Timoshenko es cesada como jefa del Gobierno, Turchínov también fue destituido al frente del SBU.

  4. Arseni Yatseniuk, el joven intelectual en el que confía Washington

    A sus 39 años, Arseni Yatseniuk ha sido ya muchas cosas en política. Tras haber ostentado las carteras de Economía y de Asuntos Exteriores, este abogado y economista fue uno de los artífices de la adhesión de Ucrania a la Organización Mundial del Comercio y tomó las riendas del partido Patria tras el encarcelamiento de Timoshenko. Yatseniuk, el opositor a Yanukóvich que más confianza suscita en la Casa Blanca, ha sido uno de los más críticos con la política de alineamiento con Rusia practicada por el ya expresidente, que según él, consistía en una «mera restauración de la Unión Soviética».

    Durante la última crisis política, Yatseniuk se ha erigido en uno de los negociadores más activos y ha endurecido su discurso de acuerdo con la nueva coyuntura. En muchas apuestas se le sitúa como el primer ministro del nuevo gobierno de transición.

  5. Víktor Yanukóvich, de atracador a presidente

    Yanukóvich, junto a Putin, en una imgen de archivo
    Yanukóvich, junto a Putin, en una imgen de archivo - Reuters

    El caído presidente Víktor Yanukóvich escribe los que deberían ser los últimos capítulos de su carrera política. Con una orden de busca y captura dictada por las nuevas autoridades sobre su cabeza, Yanukóvich se esconde en algún lugar de la parte oriental del país y busca cómo escapar. Aunque no es la primera vez que sobrevive a una movilización masiva. En 2004 la Revolución Naranja ya le privó de la presidencia que había obtenido en unas elecciones que según sus detractores estuvieron amañadas, pero Yanukóvich resucitó y condujo a su Partido de las Regiones, la más destacada formación prorrusa, al poder de nuevo.

    Yanukóvich ha sido un dirigente polémico desde sus orígenes. Uno de los argumentos que con más frecuencia se han empleado para desacreditarle ha sido su condena por pertenecer a una banda de atracadores en la época soviética. En la nueva Ucrania, Yanukóvich es otra vez un fugitivo.

  6. Oleg Tiagnibok, el antisemita que ha moderado su imagen

    efe

    La formación ultranacionalista Svoboda ha sido uno de los actores fundamentales en la crisis que ha terminado por tumbar a Yanukóvich. A su frente se encuentra Oleg Tiagnybok, cirujano de 45 años que si en el pasado se ha caracterizado por su reputación de irredento antisemita ahora hace gala de un tono mucho más moderado. Tiagnybok explota la férrea disciplina y casi militar organización de su partido, cuyos integrantes han combatido con eficiacia hoplítica a los antidisturbios de las «berkut». Han sido el brazo armado del Maidan.

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