Matteo Renzi debuta en el Senado como primer ministro

De este modo, Renzi superó el primero de los dos trámites parlamentarios que debe afrontar para dar inicio, definitivamente, a su legislatura dado que todavía tiene pendiente la cita en la Cámara de los Diputados, hoy martes, más fácil que la del Senado ya que el PD cuenta en la Cámara Baja con la mayoría absoluta.

Renzi, que no es ni diputado ni senador, ha hecho su gran debut en el parlamento, para presentar su programa de gobierno y pedir el voto de confianza. «Estamos aquí para sacar a Italia de la condición paralizada en que se encuentra . Pedimos la confianza porque pensamos que Italia tiene una necesidad urgente de recuperar la confianza para salir de la crisis», ha comenzado diciendo Matteo Renzi.

Quien esperaba grandes anuncios o un programa detallado de gobierno se ha sentido decepcionado, porque Renzi ha hablado durante 68 minutos, sin discurso preparado, improvisando y apoyándose solo en cuatro apuntes . Ha sido, sobre todo, un discurso más de alcalde (aún lo es de Florencia) que de un primer ministro, en el que han primado los sentimientos, pero en el que ha faltado una visión más general de los problemas de Italia, de Europa y del mundo.

El nuevo primer ministro ha indicado el semestre europeo de presidencia italiana, a partir de julio, como la meta que se debe alcanzar habiendo hecho las reformas en casa: la constitucional, la del trabajo, la reforma de la administración pública y la fiscal.

Buena parte de su discurso lo ha dedicado a la escuela, subrayando que es una exigencia el relanzarla , así como el mundo de la educación, porque «desde ahí reparte un país, ahí nace su credibilidad».

Renzi ha anunciado tres compromisos inmediatos: el desbloqueo total de las deudas de la administración pública con las empresas, a las que debe al menos 70.000 millones de euros; se constituirá un fondo para las pequeñas y medianas empresas que no logran acceder al crédito; y finalmente la reducción del 10 % del coste del trabajo para las empresas.

Renzi ha concluido señalando se adoptarán decisiones radicales y si se fracasa, «la responsabilidad será solo mía. Este es el tiempo del coraje, q ue no excluye a ninguno y no deja coartada a nadie».

El discurso de Renzi ha sido acogido por los senadores con cierta frialdad y no ha recibido grandes aplausos. En ocasiones ha sido interrumpido por el Movimiento 5 Estrellas. Con la reforma constitucional que se prepara, el Senado será transformado en cámara de las autonomías y los actuales senadores saben que tendrán que hacerse el «haraquiri» y desaparecerán. El propio Renzi lo anunció así: «Quisiera ser el último primer ministro que se encuentra en esta tribuna para pedir la confianza».