Duro revés para Correa al perder las alcaldías de Quito y Guayaquil

La formación gubernamental se ha impuesto en las prefecturas de Tungurahua Pichincha, Napo, Los Ríos, Cañar, Esmeraldas, Guayas, Manabí y Chimborazo, tal y como ha recogido la agencia estatal ecuatoriana de noticias , Andes. Por su parte, el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (MUPP) ha ganado en las prefecturas de Morona Santiago, Orellana y Cotopaxi, mientras que Suma se alzó con la victoria en Pastaza y el Partido Sociedad Patriótica en Sucumbíos y en El Oro.

En Ibarra la prefectura estará en manos de Avanza. Sin embargo, Alianza País ha perdido la Alcaldía de Quito, donde se impone Mauricio Rodas, del partido SUMA-VIVE, y no ha conseguido arrebatar Guayaquil a Jaime Nebot, de la alianza Madera de Guerrero PSC. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha reconocido la derrota de su partido en Quito, si bien ha resaltado que Alianza País mantiene un «inmenso» apoyo en el país.

«Antes la partidocracia cuando perdía decía: hay fraude. Hoy nosotros con madurez hemos reconocido los resultados. Estas son alertas que nos van a permitir fortalecernos », ha dicho respecto a la derrota del actual alcalde de Quito, Augusto Barrera, frente a Rodas. En este sentido, ha valorado que el trabajo conjunto entre el Gobierno y la Alcaldía es fundamental para que la ciudad avance. «Siempre es mejor tener relación fluida y de confianza mutua con la administración (...). Ojalá que pese a nuestras diferencias podamos tener esa relación», ha argumentado.

«Una cosa es la lógica local, otra la lógica nacional. El Gobierno Nacional tiene un inmenso apoyo», ha manifestado. En este sentido, ha sostenido que el movimiento Alianza País habría logrado la victoria en más prefecturas que en los comicios anteriores. Asimismo, ha recalcado que el segundo partido más votado ha sido Avanza, aliado de Alianza País.

«La tendencia izquierda y centro izquierda en el país supera a toda la derecha junta», ha remachado. Un total de 11,6 millones de ecuatoriano estaban convocados a las urnas para elegir a 5.628 funcionarios --23 prefectos, 221 alcaldes, 1.305 concejales municipales y 4.079 vocales de juntas parroquiales rurales-- por un periodo de cinco años. El CNE habilitó 40.763 juntas receptoras de voto, que cerraron a partir de las 17.00 (hora local) y comenzaron a anunciar los primeros resultados alrededor de dos horas después.

El gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, dijo también que la «gente que está detrás» de Mauricio Rodas, el ganador de la alcaldía de Quito en las elecciones locales celebradas en el país, «no dudaría en pegarle un tiro al Presidente».

Correa, en una conferencia de prensa en la sede de su partido, Alianza País (AP), señaló que «esa gente cuenta los días para que se caiga el Gobierno, esa gente estuvo en el 30-S» (de 2010, cuando el mandatario estuvo secuestrado cerca de nueve horas en medio de una revuelta policial) y «esa gente está en contacto directo con la derecha fascista de Venezuela».

El jefe del Estado reiteró que con la alcaldía de Quito en manos de Rodas, se «pone en riesgo la estabilidad del Gobierno» si, por ejemplo, se pone «veinte mil personas en la Plaza Grande» para protestar, donde está el Palacio de Gobierno.

Sobre este candidato, quien según las encuestas obtuvo la alcaldía con más del 56 % de los votos, señaló que «quiso perjudicar» al Gobierno al publicar a nivel internacional un estudio que situaba a Ecuador entre los tres países más pobres de Latinoamérica.

Según Correa, dicho estudio «no resistía el menor análisis académico» y «mezclaba naranjas con camellos», puesto que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicaba entonces que Ecuador estaba entre los tres países que más reducían ese índice.

El mandatario dijo que no conoce personalmente a Rodas y, pese a estas críticas, subrayó que «hay que respetar la decisión del soberano», en relación al pueblo que le eligió en las urnas.

El mandatario subrayó que, pese al «revés» que supone perder la alcaldía de Quito, no se pude hablar de una derrota del oficialismo que, según la información que posee, ha ganado nueve de las veintitrés prefecturas provinciales , lo que representa «una victoria a lo largo y ancho del país».

Sin embargo, para Correa, lo acontecido en estas elecciones evidencia que el movimiento AP está afectado por un «sectarismo» que le «está pasando factura». «Algo no hemos hecho bien», indicó el gobernante, quien se preguntó por qué esa fuerza política no cerró una alianza nacional con Avanza, formación con la que tiene un acuerdo en el parlamento.