Siria se cobra la vida de otro reportero

Las imágenes de Barakat, tanto en el frente de batalla como en la vida cotidiana de los civiles tratando de sobrevivir, eran un buen testimonio del trabajo que están llevando a cabo jóvenes sirios que hasta el estallido del conflicto en marzo de 2011 no se habían dedicado nunca al periodismo.

Grandes agencias como Reuters se han visto obligadas a apuntalar con activistas y reporteros ciudadanos la necesidad de seguir informando cada día ante la imposibilidad de cubrir la guerra permanentemente con fotógrafos y redactores enviados ex profeso.

En su último informe, hecho público el pasado jueves, Reporteros Sin Fronteras (RSF) eleva a 71 los periodistas muertos a lo largo de 2013, 17 menos que en 2012. La cifra de reporteros secuestrados se ha disparado sin embargo a 87, un 129 por ciento más.

Siria, donde tuvieron lugar 49 de esos secuestros, es uno de los lugares más complicados del mundo en la actualidad para que los periodistas trabajen.

Tres españoles secuestrados

«Los periodistas extranjeros han sido víctimas, tanto del Gobierno sirio, como de los grupos islamistas, como ISIS y Frente al Nusra. Pero los periodistas sirios siguen siendo los más expuestos. En total, al menos 18 periodistas extranjeros y 22 informadores sirios están secuestrados o desaparecidos», señala el informe de RSF.

Desde el comienzo de la guerra han sido asesinados 55 reporteros extranjeros y locales, según datos del Comité para la Protección de los Periodistas.

Tres reporteros españoles , Marc Marginedas, de «El Periódico de Catalunya»; Javier Espinosa, de «El Mundo», y el fotógrafo «freelance» Ricardo García Vilanova, permanecen secuestrados en Siria desde el pasado mes de septiembre.