Yanukóvich ordena el uso de la fuerza para desalojar a los manifestantes en Kiev

La barricada y el campamento levantados por los activistas del partido nacionalista Svoboda (libertad) el domingo junto a la sede del Gobierno fue ayer desmantelada por patrullas antidisturbios «Berkut». Un portavoz policial informó de que «las fuerzas de seguridad han comenzado a expulsar a los manifestantes de las calzadas de las calles cortadas al tráfico y los han hecho sin que por el momento se produjeran choques violentos». Ayer por la mañana, los empleados de la sede del Gobierno, la Presidencia y el Parlamento no pudieron acudir a sus puestos de trabajo por culpa de las barricadas.

Mientras, en la Plaza de la Independencia, foco principal de la revuelta, seguían concentradas unas 10.000 personas. Aunque a cierta distancia, la Policía tomó posiciones en todas las calles de acceso a la explanada a la espera de recibir órdenes. Fuentes del Ministerio del Interior señalaron que ayer se cumplió el plazo de cinco días dado a los manifestantes para desbloquear los principales edificios oficiales y desalojar el Ayuntamiento, tomado por los seguidores de Svoboda el pasado 1 de diciembre.

Ayer, además, los agentes irrumpieron en las oficinas de Batkívshina, el partido que lidera la ex primera ministra, Julia Timoshenko, que cumple en este momento una condena de siete años de cárcel por presunto «abuso de poder». La portavoz de la formación, Marina Soroka, fue la que dio la voz de alarma. Según ella, unidades «Berkut» penetraron «violentamente» en los locales de la organización opositora, derribando puertas y causando importantes daños materiales. La página web de Batkívshina dejó de funcionar.

Todo parece indicar que la decisión de ocupar la sede del partido de Timoshenko está relacionada con la investigación penal abierta por los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBU) por «intento de golpe de Estado».

Por la mañana, antes de que la Policía empezara a actuar, Yanukóvich se reunió en su residencia de Mezhigorie, a las afueras de Kiev, con los responsables de las Fuerzas de Seguridad. Las agencias locales señalaron que en la reunión se elaboró un plan para «devolver la situación al cauce constitucional», que incluye limpiar de manifestantes la Alcaldía, la Plaza de la Independencia y la retirar los parapetos de los manifestantes.

La Policía y los antidisturbios hicieron acto de presencia en las inmediaciones de la Plaza de la Independencia por primera vez desde hace más de una semana. Su ausencia había permitido el levantamiento de empalizadas y el derribo, el domingo, de la estatua de Lenin.

Por otro lado, Kravchuk sugiere que una «mesa de diálogo nacional», con participación de todas las fuerzas políticas, es la mejor manera de salir del presente callejón sin salida. El exjefe del Estado fue uno de los tres firmantes del acta de defunción de la Unión Soviética en el otoño de 1991. Los otros dos fueron los entonces presidentes de Rusia, Borís Yeltsin, y de Bielorrusia, Stanislav Shushkévich.

Hoy está previsto que Kravchuk se reúna con Yanukóvich y con los otros dos presidentes habidos en Ucrania desde la desintegración de la URSS, Leonid Kuchma y Víctor Yúshenko, para preparar los posteriores encuentros con la oposición. En un comunicado difundido por la Presidencia ucraniana se afirma que «la mesa redonda puede ser una plataforma para el entendimiento». La duda es si, tras la intromisión policial en sus locales, Batkívshina, la segunda fuerza política en Ucrania tras el Partido de las Regiones de Yanukóvich, querrá ahora participar en las conversaciones.

Además, hoy deberá llegar a la capital ucraniana la jefa de la Diplomacia europea, Catherine Ashton, para unirse también a los esfuerzos en aras de lograr un compromiso entre el poder y la oposición.