Líbano cumple 70 años sin una identidad que lo defina
El escenario idílico de reparto de poderes entre cristianos y musulmanes ha empujado en numerosas ocasiones al país al abismo
maria iverski
Creado por el mandato francés en 1926, el Líbano, con sus actuales fronteras, fue declarado nación independiente el 22 de noviembre de 1943 , hace hoy 70 años. 70 tumultuosos años en los que, contra todo pronóstico, el país ha sobrevivido a todo ... tipo de vaivenes históricos , a una guerra civil de 15 años y a una sucesión de alianzas cambiantes que han socavado el desarrollo de un sentimiento nacional.
Desde de su nacimiento como estado independiente el país encontró la forma de institucionalizar su estructura sectaria, estableciéndose, bajo el mando del presidente Bechara el Khoury y el primer ministro Riad al Solh, un pacto nacional por el que se acordaba que el Presidente de la República sería cristiano maronita, el Presidente del Parlamento musulmán chií, el Primer Ministro musulmán suní, y todas las comunidades libanesas estarían representadas de manera proporcional en el parlamento, el gobierno y la administración pública. Un escenario idílico en la teoría y que, sin embargo, ha arrastrado a su población hacia al abismo en numerosas ocasiones.
Así, una buena parte de la historia contemporánea libanesa permanece anclada en la cruenta guerra civil que asoló el país de 1975 a 1990 ; una guerra que, como recuerda Ignacio Álvarez-Ossorio , profesor de Estudios Árabes de la Universidad de Alicante, «se cerró en falso ya que no se depuraron responsabilidades ni se investigaron los crímenes de guerra perpetrados». A ello se suma la existencia de dos incómodos vecinos , Siria e Israel, que, de acuerdo con Ossorio, «en el último medio siglo se han disputado la hegemonía regional interviniendo y ocupando militarmente Líbano para tratar de imponer en el gobierno a aquellos grupos que consideraban más útiles a sus intereses». ¿El resultado? Para el profesor Ossorio «un Estado fallido en el sentido de que ha sido incapaz en las siete últimas décadas de asentar una identidad nacional homogénea compartida por el conjunto de sus ciudadanos».
Disputas, conflictos y guerras
Una opinión sostenida igualmente por muchos libaneses como el periodista Ghassan Karam , quien se preguntaba hace poco en un artículo durísimo adónde habían ido a parar todos estos años de historia reciente: «Han sido echados a perder en disputas, conflictos, guerras civiles y pagando vasallaje a los señores políticos feudales y líderes religiosos del país. Líbano ha pasado cada segundo de su existencia intentando mantener la ilusión de que hay un estado cuando en realidad nos hemos convertido en una federación sectaria de residentes sin ninguna lealtad al estado» afirmaba.
Probablemente, la salida a tan intrincada situación se halle en remozar el estado confesional y apuntalar el estado democrático . Pero no hay que olvidar, como indica Álvarez-Ossorio, que «los partidos tradicionales y los grandes linajes que se han repartido el poder y las prebendas son los menos interesados en modificar las reglas del juego, por lo que parece difícil un cambio radical . La única manera de promoverlo sería a través de una amplia movilización popular que superara las fracturas confesionales, algo impensable hoy por hoy».
Alejado pues de esa patria quimérica que dice perseguir, el pequeño Líbano se asemeja a una gigantesca galaxia capaz de engullirlo todo : una perfectamente asumible ausencia de gobierno desde el mes de marzo, un millón de refugiados sirios vagando errabundos por el país, atentados mortíferos, -el último el pasado martes en un ataque suicida contra la embajada de Irán en Beirut-, bombardeos en la frontera, secuestros, choques entre suníes y chiíes, una milicia -Hizbolá-, más poderosa que el propio ejército…todo ello aderezado con la inexcusable presencia de un dominio extranjero que se ha mantenido a lo largo de los siglos y que adopta ahora la forma y patrocinio de un nuevo amante foráneo: Irán .
El ascenso de Hizbolá
El nacimiento de Hizbolá en 1982 como respuesta a la invasión israelí del Líbano supuso la ruptura de la baraja a favor de la mayoría musulmana chií. Con el tiempo evoluciona de un pequeño grupo armado a una organización, también política , con fuerte implantación en el Líbano, hasta el punto de que apenas 30 años después Hizbolá es contemplado como un estado dentro de otro . El partido de Hassan Nasralá se consolida, con ayuda de Irán, como una de las fuerzas armadas más importantes y disciplinadas de Oriente Próximo; según estimaciones puede disponer de entre 3.000 y 5.000 hombres activos en el Líbano, 10.000 reservistas y un arsenal bélico cifrado por Israel en unos 60.000 cohetes y misiles. Tienen también presencia parlamentaria y cuentan con una auténtica estructura que compite y desplaza al estado libanés en muchas de sus actividades y áreas de responsabilidad.
La implicación del grupo en apoyo del régimen de Bashar al Assad y la promesa de Nasralá de que continuarán operando militarmente en Siria ha provocado un evidente deterioro de la seguridad y dirimirá el destino de un país unido solo por su inquebrantable capacidad para resistir.
Líbano cumple 70 años sin una identidad que lo defina
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete