Casi el 80 por ciento de los franceses quiere que dimita el Gobierno de Hollande
Los problemas y las protestas crecen en torno a la gestión del mandatario galo y su Gobierno
Casi el 80 por ciento de los franceses quiere que dimita el Gobierno de Hollande
Se ahonda el divorcio entre François Hollande y los franceses, cuando estallan nuevos frentes de crisis, tensión, enfrentamientos e incertidumbre y algunos partidarios del jefe del Estado comparan su situación a la de Luis XVI , en vísperas de la Revolución y el Terror ... que terminó costándole la vida, guillotinado, en la actual plaza de la Concordia.
«El callejón sin salida política del presidente Hollande continúa oscureciéndose», comenta a toda página Le Monde, que presenta los últimos sondeos con este titular: «Hollande y su primer ministro se hunden» . El presidente bate todos los records de impopularidad: apenas un 21 % de los franceses tienen una opinión positiva del jefe del Estado, cuando el 75 / 79 tienen una opinión negativa.
Durante las ceremonias del aniversario del armisticio del 11 de noviembre de 1918 culminaron con unos históricos abucheos , protagonizados por la extrema derecha y los «insurrectos» bretones. Dos días más tarde, estalla una semana de huelgas escolares.
La cólera regional bretona está funcionando como una mecha incendiaria. Los artesanos han comenzado a tirarse a la calle, cuando en las escuelas de toda Francia ha estallado otro motivo de cólera: los nuevos horarios escolares.
¿Cambio de Gobierno?
Según los sondeos, la opinión pública reclama un cambio de política, deseada por un 40 o un 50 % de los franceses. Dentro del Gobierno se especula con un posible cambio de gobierno , cuando muchos diputados y senadores socialistas se preguntan si Hollande no se verá forzada a disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones generales anticipadas.
Quizá sea muy prematuro defender tales alternativas, que si reflejan con precisión un grado de incertidumbre y exasperación política y social que el semanario Le Nouvel Observateur (socialdemócrata) considera altamente inflamable, llegando a comparar a François Hollande con Luis XVI, en vísperas de la Revolución que terminó costándole la vida, guillotinado. Comparación quizá excesiva, pero sintomática , publicada en una revista de izquierda reformista.
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