argentina
Los hombres de la presidenta Kirchner que aseguran su continuidad en el poder
Cristina Fernández sigue hospitalizada, pero su círculo de confianza toma los mandos del país. Su hijo Máximo está por encima del bien y del mal. Le siguen Zannini, Abal Medina y Icazuriage. El vicepresidente Boudou es una figura decorativa
carmen de carlos
En unas declaraciones recientes, la presidenta de Argentina dijo que sólo confiaba en sus hijos. La desconfianza es una de las característica de Cristina Fernández , como lo era de su difunto esposo, Néstor Kirchner . Entendido esto, no es complicado ... comprender que en estos momentos de enfermedad el primer interlocutor de la jefa del Estado sea su hijo Máximo , un joven sin formación universitaria, cuyo único oficio conocido hasta el día de hoy es el de administrar desde una oficina de la remota Patagonia los numerosos inmuebles de su madre y los que heredó de su padre .
Dicho esto, otra cosa es explicar quien gobierna en Argentina mientras la presidenta está convaleciente. En teoría, Amado Boudou tiene el bastón de bando, testigo entregado mediante acta notarial, tal y como ordena la Constitución argentina cuando la jefa del Estado está ausente o de baja por enfermedad. Pero, en la práctica, Boudou ni manda ni gobierna. «Las decisiones las toma ella», confió este miércoles Juan Manuel Abal Medina , jefe de Gabinete (puente entre ministros y Presidencia) a una emisora de radio.
Viendo la televisión
La intervención del hematoma en la cabeza siguió el curso previsto y la presidenta se encuentra en pleno uso de sus facultades . Aunque le hayan recomendado reposo y mantenerse alejada de la presión de gobierno, Fernández puede ver la televisión instalada en su cuarto de la planta sexta, especialmente acondicionado como si fuera una Unidad de Cuidados Intensivos. Ahora, de ahí a estar adoptando decisiones de Estado hay un largo trecho.
«Todo está p aralizado . Salvo que surja algo extraordinario no hay decisiones importantes que tomar», confían en el oficialismo.
Dicho esto, es evidente que la figura de Boudou es, prácticamente, decorativa. «No tiene ni tendrá poder, pero la misión que le dieron lo expondrá cotidianamente ante la opinión pública», afirma el columnista de «La Nación» Joaquín Morales Sol á .
Zannini es el «mejor intérprete» de los deseos de los KirchnerEl hombre fuerte, el que ejerce el poder en las sombras es Carlos Zannini , secretario Legal y Técnico, amigo de los años 70, maoísta reciclado en peronista-kirchnerista y considerado «el mejor intérprete» de los deseos tanto de Cristina Fernández como de su difunto marido y del joven Máximo.
Zannini encabeza el círculo estrecho que rodea a Cristina Fernández. Máximo le conoce desde niño, le aprecia y le escucha. En un segundo nivel del poder «K» figura Héctor Icazuriaga , jefe de los servicios secretos argentinos y también un hombre de la época de la universidad que dispone de información privilegiada -«carpetas», según el eufemismo local- por el conocido despliegue de escuchas y trabajos propios de su departamento.
De hecho, la manía que Máximo Kirchner le tiene a Boudou -según diferentes fuentes- tiene su origen en una de esas «carpetas». El hijo de la presidenta, por gentileza de Icazuriaga, habría leído la transcripción de una conversación privada de Boudou donde éste se refería en términos peyorativos y machistas sobre su madre . Aquel episodio le colocó en la lista negra y dejo su cargo vacío de poder.
Ni despacho
En rigor, Boudou ni siquiera tiene despacho en la Casa Rosada. Antes de que asumiera su cargo, la presidenta lo convirtió en el Salón Eva Perón. El actual presidente en funciones trabaja desde el edificio colindante del Banco Nación y cruza para «despachar» con Zannini, que es quien le da instrucciones. Morales Solá se anima a escribir: «En este momento hay dos presidentes: uno formalmente interino, Amado Boudou, y otro de hecho, Zannini» .
El presidencialismo en su máxima expresión lo encarna Cristina Fernández en Argentina como lo hizo antes su marido. Los dos, como recordaba hace tiempo Olga Wornat , autora de «Reina Cristina», la primera biografía de la presidenta, eran «caras de la misma moneda». La muerte de Néstor Kirchner la dejó sin compañero sentimental y de trabajo. Desde entonces, hace tres años, se tiene que conformar con lo que tiene y ellos son, por este orden lo que hay: Máximo Kirchner, Carlos Zannini, Héctor Icazuriga y Juan Manuel Abal Medina.
Los hombres de la presidenta Kirchner que aseguran su continuidad en el poder
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete