Cameron marca posiciones: «La riqueza y los beneficios no son palabras sucias y elitistas»
El líder conservador ofrece «una tierra de oportunidades» para afianzarse en el centro-derecha, con una izquierda intervencionista y una derecha nacionalista «lunática» a los lados
borja bergareche
El primer ministro británico, David Cameron, afirmará hoy en su discurso de clausura de la conferencia de su partido en Manchester que «el beneficio, la creación de riqueza, las bajadas de impuestos o la empresa no son palabras sucias y elitistas». En su intento de ... delimitar los contornos ideológicos de su oferta política, además de situarse del lado de la empresa y la economía liberal, apelará también a la idea de hacer del Reino Unido «una tierra de las oportunidades» . «Por fin, y por primera vez, todo el mundo podrá ganarse la vida allá donde viva, sea cual sea su origen», dirá.
Los británicos deben superar otros cinco años de austeridad, hasta 2017-2018Su apelación al tradicional optimismo antropológico del ideal de sociedad conservadora vendrá acompañado de las advertencias que impone la situación económica. «No hay atajos para hacer una tierra de las oportunidades, no hay una manera fácil de lograrlo». La mejora de la perspectiva económica ha permitido a su ministro de Finanzas, George Osborne, prometer el primer superávit fiscal desde 2011 en algún punto del final de la década , después de todavía cinco años más de austeridad.
«Ha comenzado a salir el sol detrás de la colina», dijo en tono lírico Osborne durante su propio discurso ante la conferencia e lunes. Cameron será más realista. «Terminar el trabajo implica mucho más que limpiar los destrozos que nos dejaron, significa construir algo mejor en su lugar». Los expertos coinciden en que las próximas elecciones generales, previstas para mayo de 2015, se jugarán en terreno del impacto de la crisis en el nivel de vida de los ciudadanos. El lema de la convención «tory» que concluye hoy era por ello «con la gente trabajadora».
Y por eso, Cameron busca separarse del capitalismo financiero, considerado como cupable de la crisis. Aunque también guarda distancias con el costoso modelo asistencial asociado al laborismo. « En lugar de una economía de casino, [tendremos] una economía en la que quienes trabajan duro prosperan ; en lugar de la sociedad del bienestar, una en la que ningún individuo es descartado; en lugar de un sistema educativo roto, uno que da a cada niño la oportunidad de prosperar y triunfar».
Seducir al UKIP con su propia receta
Además de ofrecer una perspectiva de futuro, en el corto plazo el reto de los conservadores es evitar la fuga de votos a la versión auténticamente soberanista, euroescéptica y tradicionalista que ofrece el Partido de la Independencia (UKIP) de Nigel Farage. «Tengo que recuperar a los votantes conservadores que se han ido al UKIP» , reconoció el martes el primer ministro británico, David Cameron. Con la perspectiva económica más despejada, el Partido Conservador parece decidido a centrarse en la amenaza por el flanco derecho que plantea el Partido de la Independencia (UKIP).
Para ello, el «premier» conservador quiere ofrecer un menú con sabores tradicionales y destacados ingredientes de la despensa «tory». Cameron anunció el martes la puesta en marcha de un proyecto piloto para extender los horarios de consulta de los los médicos de cabecera al fin de semana, con el objetivo de que atiendan a sus pacientes siete días a la semana, doce horas al día, también por Internet o Skype. «Así se adecúan la vida laboral y la vida familiar», dijo el líder conservador.
En esta misma línea, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Iain Duncan Smith, anunciaba que los parados de larga duración deberán asistir a cursos obligatorios de nueve de la mañana a cinco de la tarde si quieren mantener el derecho al subsidio. El titular de Finanzas, George Osborne, anunció el lunes que en ciertos casos se les obligará a realizar trabajos sociales . «Será el final de la cultura de recibir sin dar nada a cambio», insiste Duncan Smith .
Señalan así ese final del modelo asistencial al que se refiere Cameron. La música que acompaña a esta reforma del sistema asistencial británico es la misma que la que presidió el anuncio de nuevas ayudas fiscales a las parejas casadas y de hecho, o el adelanto de un programa de ayudas a la adquisición de vivienda.
A la izquierda, el anuncio por los laboristas de una cruzada contra las continuas alzas en la factura eléctrica y el control de los precios del combustible han sido recibidas con entusiasmo por el electorado, según las encuestas. Lo que obliga a los jefe de cocina «tories» a caracterizarlo de socialismo intervencionista, y a empachar al personal con una lluvia de anuncios, a menudo cuestionados después por los expertos.
Elecciones europeas en 2014
Los laboristas lideran las encuestas con un 37-41% de apoyo, frente al 31-36% de los conservadores. Pero la gran batalla se juega dentro de la derecha británica. El UKIP, liderado por el eurodiputado Nigel Farage, podría ser la fuerza más votada en las europeas de mayo. Y la fuga de votos al UKIP (9-12% en los sondeos) sería letal para las opciones de Cameron de ser reelegido en 2015.
Por ello, Cameron y los suyos rechazan de plano la envenenada sugerencia de Farage de alcanzar acuerdos puntuales para la presentación de candidaturas conjuntas. «En resumen, la respuesta es no», dijo el martes Cameron. Prefieren elaborar un menú que, a los ingredientes «light» para la «gente trabajadora» y la idea de la tierra de las oportunidades, le añade la promesa pro-empresa de alcanzar al final de la década el primer superavit fiscal desde 2001, junto a complementos «100% conservador» como el endurecimiento de las condiciones para el reagrupamiento familiar de los inmigrantes.
Como postre, se espera que Cameron no renuncie a un buen postre de dulce euroescéptico, el factor que le sitúa en el centro del electorado, le diferencia de laboristas y de sus socios européistas liberales, y de un UKIP extraparlamentario que no cuenta aún con diputados en Westminster. «Solo un Gobierno conservador puede lograr las cosas que quieren los votantes del UKIP, incluido el referéndum sobre la UE», dirá Cameron a quien quiera escucharle.
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