La división en las filas de Berlusconi da esperanzas al Gobierno de Letta

En realidad, Berlusconi intentó por encima de todo evitar una escisión en su partido tras la rebelión encabezada por varios de sus ministros y diputados . Una división en las filas del berlusconismo que da fuertes esperanzas al Gobierno de Letta de salir de la actual crisis. Para superar la moción de confianza, necesitaría el apoyo de al menos veinte senadores de Berlusconi. Y ayer ya se daba por hecho que, en efecto, más de veinte senadores darían su voto a favor de Letta para evitar la crisis de gobierno. Aunque la incertidumbre es alta, y hasta mañana, tras el debate parlamentario, no se despejarán las dudas.

La reunión de los parlamentarios del Pueblo de la Libertad (PDL) con «Il Cavaliere» se desarrolló con una sola intervención: la del dueño y señor del partido, Silvio Berlusconi. El miércoles, sus diputados y senadores amenazaron, a petición del ex primer ministro, con dimitir en masa si el Senado vota el próximo viernes la expulsión de Berlusconi. «Una humillación para Italia» , según Letta. Pero este lunes Berlusconi calificó tal acción como «el más bello regalo que me habéis hecho, la mayor manifestación de afecto».

Extremistas

Berlusconi abrió el pasado sábado esta crisis desde su villa de Arcore, rodeado de cinco halcones, los personajes más extremistas de su partido, lo que ha levantado ampollas y abierto una creciente división en sus filas. Así que, para no dar la imagen de un partido controlado solo por extremistas, aclaró a sus parlamentarios que la crisis la decidió él solo: «Lo decidí en la noche, porque los italianos no comprenden por qué estamos en un Gobierno de coalición con la izquierda , si nuestros parlamentarios habían anunciado su dimisión. Debemos explicar a los ciudadanos que Forza Italia no es una fuerza extremista». Tras lo que «Il Cavaliere» pidió «permanecer unidos y lavar los trapos sucios en casa».

En definitiva, el ex primer ministro dio por concluida la experiencia del gobierno de coalición . Pero la situación sigue siendo muy confusa, incluso para sus propios parlamentarios, que dan interpretaciones distintas sobre la crisis. Por ejemplo, pretender aprobar la ley de presupuestos en una semana es imposible por cuestiones de procedimiento. Ni siquiera hubo posibilidad de pedir aclaraciones. El moderado Francisco Cichitto, exjefe del grupo parlamentario del PDL, se lamentó: «Habría deseado que, al menos, tras la intervención de Berlusconi se hubiera producido un debate». Se comprende así que el ministro para las Relaciones con el Parlamento, Dario Franceschini, haya rechazado la propuesta de «Il Cavaliere», calificándola de « inadmisible ».

Lo único claro es que Silvio Berlusconi ha pretendido dar, una vez más, la vuelta a la tortilla y lanzar la pelota al tejado de Letta, quien mañana intervendrá ante el Senado y la Cámara de Diputados.

Gobierno hasta 2015

El primer ministro respondió a Berlusconi que «el horizonte del gobierno no cambia», es decir, que en una semana no se pueden solucionar todos los problemas previstos para una legislatura, ni siquiera se podrían solventar las medidas económicas propuestas por Berlusconi. La intención de Letta es obtener un fuerte apoyo parlamentario que le permita gobernar hasta 2015, para incluir en la agenda la Ley de presupuestos y la reforma de la ley electoral, así como ejercer la presidencia de la UE en el segundo semestre de 2014.

Si Letta no logra apoyo parlamentario, optaría por dimitir. De momento, el primer ministro busca apoyo parlamentario y cree contar, según fuentes del Partido Democrático, con los votos de al menos 20 senadores del PDL . De momento, la preocupación es máxima, con grandes temores en el mundo empresarial. La alarma es grande también en Europa. Este martes la canciller alemana, Angela Merkel llamó a Enrico Letta, expresándole su «esperanza en la estabilidad política de Italia, y en la continuidad del Gobierno».