Berlusconi provoca de nuevo el caos en la política italiana

«Il Cavaliere», que mañana cumple 77 años , teme que si es expulsado del Senado y pierde la inmunidad parlamentaria, alguna fiscalía podría pedir su arresto por alguna de las causas que tiene pendientes; sobre todo por la compraventa de senadores para derribar el Gobierno Prodi en el año 2006.

Como medida de presión, Silvio Berlusconi pidió a los diputados y senadores de su partido que dimitan como parlamentarios, si el comité del Senado vota a favor de su expulsión el próximo 4 de octubre . Salvo alguna excepción, todos han firmado ya la carta de dimisión.

Berlusconi y los suyos creen que se ha cometido «un acto subversivo»Si la amenaza se confirma, en Italia se abriría una crisis institucional sin precedentes, además de un enorme caos político. El ex primer ministro italiano y algunos líderes de su partido justifican esa medida extrema porque consideran que con la condena del Tribunal Supremo se ha cometido «un golpe de Estado y un acto subversivo».

Los medios italianos han calificado esta actitud de grave irresponsabilidad y chantaje al Partido Democrático (PD) —integrante del Gobierno de coalición junto al PDL de Berlusconi— y al presidente, Giorgio Napolitano . En los últimos días, el presidente de la República ha sido objeto de duros ataques por parte de Berlusconi y su entorno. Napolitano se ha visto obligado a alzar la voz, quizás como no lo había hecho nunca, al condenar la dimisión de los parlamentarios. Les ha dicho que hablar de golpe de Estado es absurdo e irresponsable . Finalmente, les recordó que ni el jefe del Estado ni el primer ministro pueden interferir en la sentencia de condena a Berlusconi.

«Italia, humillada»

Hasta ahora paciente, al conocer la noticia de las dimisiones el primer ministro, Enrico Letta , aseguró furioso desde Nueva York que «Italia ha sido humillada por Berlusconi y su partido». En ese momento Letta trataba de convencer a los inversores de la estabilidad de Italia.

A su regreso de EE.UU., el primer ministro se reunió durante una hora y media con Napolitano y con el Consejo de Ministros. Su intención es someterse a una moción de confianza en el Parlamento el próximo lunes o martes . Su tono y el del secretario general de su formación, Guglielmo Epifani , es de ultimátum: exigen el compromiso del partido de Silvio Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), de que no habrá ninguna dimisión ni crisis de gobierno. «El PDL está jugando con fuego y, si hay crisis de gobierno, será culpa de Berlusconi y de su partido, que deberán asumir la responsabilidad ante el país», subrayó Epifani.