Obama, dispuesto a atacar aunque le falta una prueba contundente

La operación militar no sería antes del sábado, día en que concluye la misión de los inspectores de la ONU sobre el terreno. Pero a Obama se le echa el calendario encima. Si quiere dar tiempo para que el Reino Unido se sume, una vez dados los pasos de mayor discusión internacional planteados por Londres, Obama tendría que posponer cualquier acción hasta después de la cumbre del G-20, que se celebra los días 5 y 6 de septiembre en San Petersburgo . Eso significaría haber dado un amplio margen de preparación a Al Assad.

El presidente estadounidense llamó personalmente anoche a varios congresistas para trasladarles información sobre la directa vinculación del Gobierno sirio con la masacre que al menos costó la vida a un centenar de personas, incluidos niños. Durante el día fueron altos cargos de la Administración, como el jefe de la inteligencia, James Clap per , la consejera de seguridad nacional, Susan Rice, y el secretario de Defensa, Chuch Hagel , los que se pusieron en contacto con los congresistas, individualmente y en grupo, pero sin convocar formalmente ninguna reunión del Congreso, que se encuentra de vacaciones.

Información clasificada

La Casa Blanca precisó que en esas conversaciones no desveló los aspectos clasificados del informe de inteligencia que estaría a punto de concluir. Aseguró tener previsto divulgar una versión pública de ese informe de inteligencia, pero al cierre de esta edición aún no fue presentado. Quienes han tenido acceso a parte de la investigación indicaron que no hay duda de que se usaron agentes químicos, por lo que la clave está en verificar que existió una cadena de mando entre la cúpula del régimen y la unidad que utilizó las armas químicas.

De acuerdo con «The New York Times», hay pruebas que incriminan a las tropas sirias del ataque y que demuestran que no fue llevado a cabo por ninguna unidad actuando por su cuenta. Pero al parecer no se trata de pruebas contundentes, pues no se habrían interceptado las comunicaciones internas en las que se daban las órdenes.

Un ataque castigo

U nos cien congresistas enviaron una carta a la Casa Blanca pidiendo debatir un posible ataque en el Congreso. Voces tanto republicanas como demócratas han advertido de los riesgos de una acción que puede llevar a una no deseada implicación creciente. Obama, que ya hizo que EE.UU. participara en la guerra de Libia sin buscar la autorización del Congreso, no considera necesario por ahora pedir permiso al Congreso, dado que se trataría de un ataque limitado. «No nos dejaremos arrastrar a un largo conflicto; no es una repetición de Irak, que sé que es lo que a mucha gente le preocupa» , dijo.

«No nos dejaremos arrastrar a un conflicto;no es una repetición de Irak»El presidente estadounidense aseguró no haber tomado aún una decisión, pero el sentido de sus declaraciones a la PBS indicaban una clara inclinación por ejecutar la agresión. «Tenemos que asegurarnos de que países que rompen las normas internacionales sobre armas químicas rinden cuentas», afirmó. «Nadie, o apenas nadie, disputa que armas químicas fueron usadas a gran escala contra la población civil siria», continuó el presidente estadounidense. Con un ataque , «Al Assad recibiría una señal bastante fuerte para no hacerlo de nuevo». «Esto no resuelve todos los problemas dentro de Siria», admitió Obama, pero añadió que la actuación de Damasco merece castigo. «No solo ha roto normas internacionales y estándares de decencia, sino que ha creado una situación en la que los intereses estadounidenses se ven afectados. Y eso tiene que ser parado», declaró.

La referencia a los intereses nacionales se vio como un intento de justificar un ataque que no contaría con la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Conversaciones mantenidas ayer por sus miembros permanentes pusieron en evidencia de nuevo el veto de Rusia a una agresión.