Fidel Castro: «No imaginé que mi vida se prolongaría siete años más»

«Hoy guardo un especial recuerdo del mejor amigo que tuve en mis años de político activo —quien muy humilde y pobre se fraguó en el Ejército Bolivariano de Venezuela—, Hugo Chávez Frías», recuerda. «Entre los muchos libros que he leído, impregnados de su lenguaje poético y descriptivo, hay uno que destila su rica cultura y su capacidad de expresar en términos rigurosos su inteligencia y sus simpatías a través de las más de dos mil preguntas formuladas por el periodista, también francés, Ignacio Ramonet».

Castro recuerda que el 26 de julio de 2006, cuando Hugo Chávez visitó Santiago de Cuba «con motivo del 60 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes, me dedicó su último libro: 'Hugo Chávez Mi primera vida'».

El expresidente cubano asegura que sitió «el sano orgullo de haber contribuido a la elaboración de esa obra» pero «lo peor es que no había concluido mi tarea como dirigente cuando le prometí revisarlo». Y continúa: «El 26 de julio de 2006 enfermé gravemente. Apenas comprendí que sería definitivo, no vacilé un segundo en proclamar el día 31 que cesaba en mis cargos como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y propuse que el compañero designado para ejercer esa tarea procediera de inmediato a ocuparlo».

Castro reconoce que, por entonces, debía terminar la revisión de «Cien horas con Fidel». «Estaba acostado -continúa- temía perder el conocimiento mientras dictaba y a veces me quedaba dormido. No obstante, día por día respondía a las endiabladas preguntas que me parecían interminablemente largas; pero persistí hasta que terminé».

En el diario Gramma asegura que «estaba lejos de imaginar que mi vida se prolongaría otros siete años más» y espera que algún día salga a la luz «Hugo Chávez Mi segunda Vida» porque, «sin él, la más auténtica de las historias nadie podría escribirla mejor».

Cuba y Venezuela siempre han mantenido uy buenas relaicones y a pesar del fallecimiento de Hugo Chávez, los dos países siguen manteniendo su amitad. De hecho, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro , ha dicho que envió al líder cubano dos árboles, chocolates y libros como regalo por su 87 cumpleaños y en señal de recuerdo por la amistad que supo mantener con Chávez.

En un acto público, Maduro detalló que uno de los árboles es un samán, una especie emblemática venezolana, y el otro es un araguaney, considerado el árbol nacional de Venezuela.

Según el relato de Maduro, Castro «preguntó todos los datos al detalle de la historia de los árboles» al teniente Juan Escalona, encargado de entregarle los regalos en nombre de Venezuela, quien le explicó que uno de ellos representaba a Chávez y el otro al propio líder cubano «como un gesto de amor hacia lo que representó la amistad de estos dos gigantes».

El presidente venezolano ha agregado que también le regaló a Castro chocolate venezolano «de las empresas socialistas» y la novela «Simone», del escritor puertorriqueño Eduardo Lalo, reciente ganadora del Premio Internacional Rómulo Gallegos.