El presidente italiano dice a Berlusconi que «las sentencias se aplican»

Se esperaba con enorme expectación la declaración del jefe del Estado sobre la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a Silvio Berlusconi a 4 años de cárcel por fraude fiscal, el pasado 1 de agosto. Desde entonces, el partido de Berlusconi, el PDL, se ha movilizado con el objetivo de lograr un «acto de clemencia» para su líder, que deberá pasar un año de arresto domiciliario o realizar servicios sociales. El Pueblo de la Libertad confiaba en que Napolitano «salvara» al exprimer ministro, para que pudiera seguir en el Parlamento y ser candidato en próximas elecciones.

«No irá a la cárcel»

Giorgio Napolitano, que ha estudiado durante das la situación con sus asesores, afirma en relación con el eventual indulto, que «ninguna petición me ha sido dirigida a la que deba dar respuesta», añadiendo que «en los últimos años al considerar solicitudes de indulto se ha retenido esencial la presentación de una demanda».

En cualquier caso, el presidente Napolitano excluye que «Il Cavaliere» pueda terminar en la cárcel. «La normativa vigente excluye que Silvio Berlusconi deba expiar en cárcel la pena impuesta, y ofrece precisas alternativas que pueden ser moduladas teniendo en cuenta las exigencias del caso concreto», afirma Napolitano en su comunicado.

En cuanto al futuro político del exprimer ministro, el presidente de la República no excluye que pueda todavía mantener el liderazgo de su partido. «Tocará a Silvio Berlusconi y a su partido decidir sobre el ulterior desarrollo –en las formas que resulten legítimamente posibles- de la función de líder hasta ahora a él atribuida«.

Justamente hoy, martes, la hija de Berlusconi , Marina, ha reiterado su «no» a la política en un comunicado, después de numerosos rumores que hablaban de su próxima implicación en política, sucediendo al padre en el liderazgo del partido. Muchos deseaban la entrada en política de Marina, actualmente presidenta de la editorial Mondadori, pero muchos también la rechazaban porque esa herencia de dinastía política tenía un tufo a la coreana .

Por último, el presidente Napolitano reitera su total apoyo al ejecutivo de coalición, advirtiendo contra los peligros de una crisis de gobierno. «Sería fatal una crisis del gobierno que se formó con fatiga hace poco más de 100 días; la recaída del país en la inestabilidad y en la incertidumbre nos impediría consolidar la posibilidad de recuperación económica».