Dos exministros se disputarán la presidencia de Malí el 11 de agosto

Encabeza la lista el ex primer ministro Ibrahim Boubakar Keita , conocido con IBK, que obtuvo el 39,23 por ciento de los votos. Se disputará la presidencia con Soumaila Cissé , ex ministro de Finanzas, con el 19,44 por ciento de los sufragios. El que salga elegido tendrá ante sí una complicadísima tarea al frente de un país roto, con una transición plagada de obstáculos y con importantes choques internos .

Malí, con buena parte del norte del país convertido en santuario de Al Qaida en los últimos años, vive el periodo más violento e inestable desde que se independizara del colonizador francés en 1959. Los rebeldes tuareg aliados con yihadistas y terroristas de Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) se levantaron en enero de 2012. El débil Ejército local no pudo hacerles frente y las tres regiones del norte ( Tombuctú, Gao y Kidal ), más de la mitad del país, quedó fuera del Gobierno de Bamako.

Reorganizar el Ejército

El capitán Amadou Sanogo lideró en marzo de 2012 un golpe militar que acabó con la presidencia de Amadou Toumani Touré. El consiguiente caos dio alas a los radicales islamistas, que acabaron desplazando a los independentistas tuareg con la intención de instaurar un estado basado en la sharía (ley islámica).

Si el candidato Cissé criticó abiertamente la asonada de Sanogo, IBK no destacó por sus críticas al capitán y sus hombres, señala la agencia France Presse. El candidato ganador tendrá además que bregar con un Ejército todavía desmembrado a pesar del programa de adiestramiento que desarrolla la Unión Europea.

El imparable avance hacia Bamako de yihadistas y terroristas, que habían impuesto un estado de terror en el norte, llevó a Francia a intervenir en enero de 2103 al frente de la operación Serval , que contó con el apoyo de varios Ejércitos de la región. Barridos los insurgentes de los núcleos urbanos a lo largo de varios meses de guerra, el país vive ahora un periodo de calma tensa con esporádicos atentados cometidos por kamikazes .

La coyuntura desfavorable para los radicales islámicos ha sido aprovechada por los tuareg para hacerse fuertes en la región de norteña de Kidal , uno de sus tradicionales feudos, desde donde quieren forzar a Bamako a negociar.

Desde el 1 de julio la operación Serval ha dado el relevo a una misión de Paz de la ONU, Minusma, que llegará a tener sobre el terreno a 12.000 hombres con el objetivo de afianzar la seguridad necesaria para que la complicada transición progrese.