elecciones en zimbabue
Robert Mugabe se presenta a las elecciones de Zimbabue en «plena forma»
Cinco años después de un colapso económico que dejó la inflación en un 231 000 000%, el presidente se postula como candidato y desmiente los rumores sobre su frágil estado de salud
abc.es
A sus 89 años, el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe , visto por muchos países occidentales como un dictador impenitente, aspira en las elecciones del próximo 31 de julio a prolongar un mandato que ostenta desde hace 33 años, aunque siempre bajo la permanente ... sospecha del fraude electoral.
Cinco años antes, Zimbabue padecía una de las peores crisis económicas con una inflación de 231 millones por ciento, que acarreó el desabastecimiento de alimentos y otras mercancías básicas, así como el derrumbe del sistema sanitario.
Pero el país ha mejorado mucho desde entonces, ahora las escuelas y los hospitales han vuelto a funcionar, las carreteras, antes destruidas, están siendo reparadas, los cortes de energía son menos comunes, las plantaciones de tabaco están mostrando signos de recuperación y los cables de fibra óptica hacen posible que sus ciudadanos se conecten a diario en internet a través de sus diferentes dispositivos, según informa «The Guardian» .
Sin embargo, muchos países de la Unión Europea siguen cortando las relaciones diplomáticas con Robert Mugabe. Tanto es así, que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, advirtió hace dos semanas de que no se normalizarían las relaciones con Zimbabue hasta que sus elecciones resultaran «creíbles». En el anterior proceso electoral, celebrado en 2008, al menos 200 seguidores del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) fueron asesinados , y miles de personas torturadas en una ola de violencia que sumió al país a una profunda crisis.
«Muchos países de la Unión Europea siguen cortando las relaciones diplomáticas»
Tras los comicios, el octogenario presidente, líder de la ZANU-PF (Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico), subrayó que «solo Dios» podía apartarle del poder. La situación solo pudo subsanarse con un gobierno de unidad que obligó a Mugabe a compartir el poder, muy a regañadientes, con su principal rival político y líder del MDC, Morgan Tsvangirai , quien se convirtió en primer ministro tras haber ganado la primera ronda de las elecciones y haber boicoteado la segunda vuelta.
Anteriormente, Mugabe venció en los comicios presidenciales de 2002 tras derrotar a Tsvangirai, aunque la validez de la votación no fue reconocida por los observadores occidentales, que denunciaron la manipulación de los resultados.
Nacido el 21 de febrero de 1924 cerca de Harare, Mugabe, hijo de un carpintero y una maestra, se formó en escuelas maristas y jesuitas hasta convertirse en profesor, y estudió varias carreras -la de Derecho entre ellas- a través de cursos por correspondencia.
El estadista comenzó su lucha política a los 36 años y militó en varios grupos en la incipiente lucha independentista zimbabuense del Reino Unido, por lo que fue encarcelado en 1964.
Mugabe pasó una década en prisión, se vio obligado a vivir en el exilio y fue uno de los firmantes de los «acuerdos de Lancaster House» , que enterraron a la antigua Rodesia y dieron pie a la nueva República de Zimbabue, que vio la luz en 1980.
En las primeras elecciones, se convirtió en el primer ministro de la naciente república, cargo que fue abolido en 1987 para crear el de presidente, puesto que ha ocupado hasta la fecha tras varias elecciones de dudosa credibilidad.
Durante su mandato, Mugabe ha tomado decisiones muy polémicas, como las expropiaciones, iniciadas en el año 2000 , de miles de granjas a propietarios blancos en una reforma agraria caótica, a fin de distribuir la tierra entre la población negra del país. Hombre de dura retórica, el veterano estadista, que acusa a sus críticos de ser «traidores», no ha ahorrado diatribas para insultar a potencias occidentales como EEUU o el Reino Unido -la antigua metrópoli-, al acusarles de fabricar «diabólicas mentiras sobre él y a cuyas sanciones atribuye el pésimo estado de la economía nacional».
También ha causado notable indignación internacional su fobia hacia los homosexuales , que considera «peores que los cerdos». Consciente de la necesidad de cambio y apaciguado tal vez por la edad, el presidente de Zimbabue, ataviado normalmente de riguroso traje oscuro y corbata, ha iniciado una campaña para transformar su imagen a través de los medios de comunicación estatales.
Mugabe, «en plena forma»
En varias entrevistas, Mugabe, que profesa con fervor el catolicismo, se ha mostrado afable, ha hablado con cariño de sus cuatro hijos, ha admitido el amor que siente por su esposa, Grace (40 años más joven), y ha recordado a su primera mujer, Sally, que murió en 1992. Camino de cumplir los 90 años , el presidente, que ha perdido parte del prestigio político que alcanzó como héroe de la independencia, está convencido de que los zimbabuenses aún le necesitan para completar su «revolución».
Los rumores sobre la salud de Mugabe son constantes, y además se han visto alimentados por sus últimas apariciones en público, en las que siempre va agarrado del brazo de su esposa.
Robert Mugabe guarda con celo el verdadero estado de su salud y recuerda, como parece demostrar su candidatura a las elecciones presidenciales del próximo 31 de julio, que se encuentra «en plena forma».
Robert Mugabe se presenta a las elecciones de Zimbabue en «plena forma»
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete