Las tres jóvenes secuestradas en Cleveland reaparecen en un vídeo para dar las gracias

«¡Socorro! ¡Soy Amanda Berry! Fui secuestrada y llevo desaparecida diez años. Estoy aquí y ahora soy libre» . La frase que Amanda Berry pronunciaba por teléfono a la policía después de haber estado en paradero desconocido desde el año 2003 daba la vuelta al mundo el pasado mes de mayo. [Puedes escuchar la llamada aquí]. Dicha llamada de socorro daba paso a la liberación de quienes habían sido sus compañeras de tortura, Gina DeJesus y Michelle Knight, que tenían 23 y 14 años respectivamente cuando fueron secuestradas.

«Quiero que todo el mundo sepa lo feliz que soy de estar en casa con mi familia y mis amigos. Esto está siendo increíble y quiero agradecerlo a todos aquellos que nos han ayudado. Estoy más fuerte cada día». Son las palabras de Amanda Berry que dan comienzo al inédito vídeo, grabado el pasado dos de julio por las tres jóvenes. Acto seguido es Gina DeJesus quien, junto a sus padres, da las gracias públicamente por el apoyo moral y económico recibido desde que fuera liberada hace dos meses.

Michelle Knight da la cara

Michelle Knight, la más desconocida de las jóvenes liberadas y también la peor parada tras las presuntas torturas de Castro , cierra el vídeo de agradecimiento con un tremendo alegato al optimismo: «Quiero que todo el mundo sepa que he estado en el infierno y he vuelto , y que ahora soy lo suficientemente fuerte como para haber pasado por el infierno con una sonrisa, la cabeza alta y los pies en el suelo». «Debemos confiar en Dios, él es el que juzga», dice Michelle Knight, quien considera que el plan que Dios tenía para ella «era que ayudara a los que han estado en la misma situación que yo, para que sepan que tienen a alguien con quien hablar. Ahora controlo mi propio destino con la ayuda de Dios y no tengo problemas en mostrar que soy una persona positiva que prefiere dar antes que recibir».

Knight se llevó la peor parte del cautiverio a la que Castro sometió a las tres jóvenes. Las interminables palizas que le propinó su secuestrador le provocaron cinco abortos y terribles daños psicológicos. Además, la joven tuvo que someterse a una cirugía facial para reconstruir su rostro. Michelle Knight, de 32 años, era la más mayor de las tres secuestradas, la primera a la que raptó y por lo que parece a la que Castro más odiaba.