FRANCIA
Sarkozy prepara su vuelta a la politica anunciando que todavía no regresa
«Esto no es mi vuelta», dice el expresidente en un discurso que suena a regreso
JUAN PEDRO quiñonero
Por vez primera desde su derrota, el 6 de mayo de 2012, Nicolas Sarkozy ha hecho una vertiginosa irrupción en la política nacional, anunciando que «no vuelve» (todavía) con un discurso que prueba lo contrario, afirmando que «Francia es el único país que teme el ... progreso».
Tras la decisión del Tribunal constitucional de rechazar las cuentas de su campaña electoral de 2012 , su partido, la Unión por un movimiento popular (UMP) se encuentra al borde de la bancarrota: ha perdido 11 millones de euros subvenciones oficiales, y tiene muchas deudas.
Jean-François Copé, presidente en funciones de la UMP, lanzó una suscripción para intentar recaudar los 11 millones de euros perdidos. En apenas cuatro días, el partido ha conseguido más de 2 millones, en donaciones personales que no pueden exceder los 7.500 euros.
Ante la situación de crisis grave de su partido, Sarkozy decidió renunciar a su puesto de oficio en el Tribunal constitucional y participar, este lunes, en una reunión de crisis de su partido, para confirmar su «solidaridad» y «disponibilidad».
Se trataba del primer acto político personal de Sarkozy, tras su salida del Elíseo, derrotado. Su gesto se transformó automáticamente en un acontecimiento nacional, anunciando la próxima vuelta anunciada a la política activa.
«La solución es Europa»
Sarkozy comenzó por «quitar importancia» a su primera salida política: «Esto no es mi vuelta a la política. Cuando eso ocurra lo haré retomando mi palabra para dirigirme directamente a los franceses». Cuando media docena de candidatos a su sucesión de amontonan en los «starting blocks» de unas elecciones primarias, destinadas a nombrar el posible candidato de la UMP a la presidencia de la República, Sarkozy se instala en el pedestal del «hombre recurso».
Sarkozy ganó las presidenciales del 2007 presentándose como el candidato de la «ruptura contra el inmovilismo de izquierdas y el inmovilismo de derechas». El Sarkozy de 2013 retoma parcialmente aquel horizonte ideológico, lanzando esta crítica de fondo contra el «inmovilismo» de François Hollande : «Francia es el único país de Europa que tiene miedo al progreso. Hemos cambiado de siglo. No podemos progresar en el siglo XXI con las ideologías del siglo XX. Debemos combatir la crisis económica, financiera y política combatiendo esa falta de ideas. Nuestra solución debe estar en Europa. Si el euro explota, Europa explota y la paz explota. Debemos perder el miedo al progreso».
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