ÁFRICA
Dos fugas masivas reabren el drama carcelario africano
Más de 400 presos huyen en Nigeria y Congo en dos ataques a centros penitenciarios
EDUARDO S. MOLANO
Al menos cuatro personas murieron y 244 presos escaparon durante un ataque protagonizado por la milicia Mai Mai a un centro penitenciario de Beni, al noreste de la República Democrática del Congo, según confirmaron las fuerzas armadas locales.
«El objetivo era liberar a todos ... los reos (336)», confirmó el coronel Richard Bisamaza, al mando del efectivo marcial asentado en la localidad.
No es la primera vez que se produce una fuga de estas dimensiones: el pasado mes de noviembre, cerca de 1.170 presos huían de la la cárcel de Munzenze, en la ciudad de Goma, durante la ofensiva rebelde capitaneada por el grupo armado M23 sobre la ciudad. La mayoría de ellos todavía continúan en libertad.
«El sistema penitenciario tiene que ser reformado de forma urgente, ya que se encuentra colapsado», aseguraba recientemente a ABC Bertrand Bisimwa , por entonces representante del ala política de los rebeldes congoleños, quien denunciaba que en los centros de reclusión (calificados por el propio Ministerio de Justicia como «casas de la muerte») la malnutrición es generalizada y no se reúnen las mínimas condiciones sanitarias.
No en vano, Naciones Unidas asegura que al menos 100 detenidos murieron en las cárceles del país africano el pasado año, buena parte de ellos, torturados. «No puede permitirse que aquellos ciudadanos que sufren privación de la libertad mueran de hambre o malos tratos. Es la responsabilidad del Estado mantener a los prisioneros con vida y en buen estado de salud», reconocía Navi Pillay, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Y la gangrena parece contagiarse. Solo unos días antes de la fuga masiva en Congo, a primera hora del pasado domingo, cerca de 175 presos escapaban de una cárcel al suroeste de Nigeria. Los detenidos lograban huir después de que una veintena de hombres armados dinamitaran la entrada del centro situado en Akure, en el Estado de Ondo.
Pese a que las primeras informaciones apuntaban a la milicia islamista de Boko Haram, las autoridades penitenciarias niegan que el grupo armado se encuentre detrás del ataque.
Los especialistas, Boko Haram
Experiencia, no obstante, tienen en ello. El 7 de septiembre de 2010, en el considerado por la mayoría de analistas el prólogo de su dilatada carrera terrorista, el grupo armado liberó a 721 prisioneros que se encontraban retenidos en la cárcel de Bauchi. Poco más de un año después, en enero de 2012, otros 40 correligionarios del grupo huían del penal de Damaturu, situado a apenas 280 kilómetros del anterior centro.
Su última acción data de comienzos de mayo, cuando al menos 55 personas perdieron la vida y 105 reos fueron liberados en un ataque contra una prisión de la ciudad de Bama, al noreste del país.
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