La brecha sectaria se agudiza en Egipto tras el linchamiento de 4 chiíes

Algunos salafistas radicales justifican el asesinato de los cuatro «infieles» ocurrido el pasado domingo. La comunidad chií ya ha convocado una manifestación para el próximo 30 de junio

La brecha sectaria se agudiza en Egipto tras el linchamiento de 4 chiíes

Paula Rosas

Fueron a por ellos porque eran chiíes . Esta vez no hubo una chispa, una mala palabra, un problema vecinal o de amoríos que desatara la violencia como en otros casos de enfrentamientos sectarios. En cuanto los invitados llegaron a la casa en la ... que supuestamente se iba a celebrar una ceremonia religiosa, cientos de islamistas asaltaron la vivienda arengados por gritos de «¡infieles!», arrastraron a cuatro hombres hasta la calle , entre ellos un líder religioso, los apalearon y acuchillaron hasta la muerte y los arrastraron durante horas por las polvorientas calles de este pequeño pueblo a las afueras de El Cairo.

La violencia verbal contra los chiíes ha dado paso a la sangre en Egipto, gracias, en gran medida, al caldo de cultivo creado por algunos imanes salafistas radicales que predican el odio contra esta secta del islam que consideran hereje. La proliferación de este tipo de predicadores, que han brotado sin control en el Egipto post- Mubarak , unida al clima de tensión política que se respira en el país, han propiciado la radicalización de ciertos sectores de la sociedad. La sensación de impunidad que abunda en Egipto , donde linchamientos públicos y otros crímenes pocas veces encuentran castigo, pone la guinda a este peligroso cóctel.

Algunos imanes salafistas predican el odio contra los chiíes Los terribles sucesos del pasado domingo en el pueblo de Zawyat Abu Musalam han provocado un reguero de condenas , desde la presidencia hasta la institución de Al Azhar, pasando por el partido salafista Al Nur o, por supuesto, la oposición no islamista. Sin embargo, los activistas chiíes denuncian que este tipo de discurso de odio se ha permitido durante demasiado tiempo en Egipto, por lo que el paso de los insultos y las palabras a los actos era cuestión de tiempo.

La semana pasada, durante la conferencia de solidaridad con Siria que organizaron organizaciones islamistas en el estadio de El Cairo y en la que el presidente Mohamed Mursi anunció la ruptura de relaciones con Damasco, «jeques salafistas insultaron a los chiíes e incitaron al odio contra los ciudadanos chiíes egipcios» , señaló el activista Bahaa Anuar al diario «Al Ahram». Mursi no refutó los insultos.

Lo mismo sucedió con la gran manifestación organizada el pasado viernes por seguidores del presidente, en su inmensa mayoría islamistas, donde se corearon consignas violentas contra los seguidores de esta rama del islam, la segunda minoría egipcia por número de creyentes tras el cristianismo. Se calcula que alrededor del 1% de la población egipcia es chií.

Algunos salafistas justifican los asesinatos

Entre los muertos en Zawyat Abu Musalam se encuentra Hassan Shehata, de 66 años, un prominente clérigo chií que ya fue encarcelado en dos ocasiones durante la época de Mubarak por «menosprecio a la religión» . Su muerte y la del resto de víctimas del linchamiento fue filmada por teléfonos móviles y subida a Youtube. «Que tu asquerosa alma descanse en el infierno para siempre. Amén» , rezaba ayer uno de los comentarios del vídeo, que había recibido cientos de valoraciones positivas.

«Que tu asquerosa alma descanse en el infierno para siempre»Pocas horas después del violento episodio, el telepredicador salafista Jaled Abdala justificaba el asesinato de Shehata en el canal de televisión Al Nas, señalando que el clérigo había sido atacado por insultar a los familiares del profeta Mahoma, y culpó a Al Azhar, la principal institución suní del mundo, por guardar silencio en torno a los chiíes en Egipto. Algunas páginas salafistas en Facebook, como « La Coalición Musulmana para Defender a la Familia de Profeta y sus Compañeros», alardearon del ataque y advirtieron de que se trataba del principio del final del chiísmo en Egipto.

Recientemente, y debido al deshielo de las relaciones diplomáticas entre Egipto e Irán , un reducido grupo de turistas iraníes pudo visitar por primera vez en décadas el país del Nilo y disfrutar de los monumentos faraónicos del Alto Egipto. El gobierno prohibió, sin embargo, que los turistas visitaran los mausoleos en los que se encuentran enterradas figuras importantes para el islam chií por miedo a que estos viajes se convirtieran en peregrinaciones . La protesta de los salafistas, socios de los Hermanos Musulmanes en el poder, llevó a la cancelación de estas visitas, aunque finalmente han vuelto a reanudarse.

El activista Bahaa Anuar , que ejerce de portavoz de la comunidad chií, aseguró a principios de mes que más de 100.000 chiíes habían firmado la petición de la plataforma «Tamarrud» (rebelión) para exigir la celebración de elecciones presidenciales anticipadas. Este movimiento, apoyado en pleno por la oposición no islamista, ha convocado grandes manifestaciones para el próximo 30 de junio , de las que se teme que puedan acabar en enfrentamientos violentos.

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