El segundo asesino del crimen en Woolwich ha sido dado de alta del hospital

El otro presunto islamista radical que habría participado en la muerte del militar en el barrio de Woolwich (sureste de Londres), Michael Adebolawe, de 22 años, se sentó ayer en el banquillo tras haber sido interrogado por la unidad antiterrorista de la policía, dos días después de ser dado de alta del hospital.

Scotland Yard detuvo hoy a otros dos hombres, de 42 y 46 años, sospechosos de estar involucrados en el suministro de armas de fuego ilegales en el caso de la muerte del soldado.

Con ellos, se han producido hasta el momento doce arrestos desde la muerte de Rigby el pasado 22 de mayo a plena luz del día, un asesinato que las fuerzas de seguridad han tratado como un presunto acto de terrorismo.

Entre los detenidos, seis de ellos han sido puestos en libertad bajo fianza, mientras que dos mujeres fueron liberadas sin cargos.

Junto con las diligencias policiales se ha abierto una investigación judicial para establecer las circunstancias de la muerte de Rigby, algo habitual en el Reino Unido en caso de defunciones violentas.

El gobierno ha anunciado también la puesta en marcha de una comisión especial para combatir el extremismo al tiempo que ha pedido cohesión social para evitar represalias contra los musulmanes tras un suceso que ha causado un fuerte impacto en el país.

Adebolawe, que recibió el alta hospitalaria el pasado martes, compareció ayer rodeado de fuertes medidas de seguridad en la Corte de Magistrados de Westminster, en el centro de Londres, acusado de la muerte del militar y de posesión de un arma de fuego.