Las buenas razones de los extranjeros para vivir en Lisboa

Mucha luz, sus calles, una rica gastronomía, vistas al río y próxima al mar, con gente amable y educada

Las buenas razones de los extranjeros para vivir en Lisboa b.r.

BELÉN RODRIGO

La luz, el río, la seguridad, la mezcla de culturas, las siete colinas, la amabilidad y hospitalidad de los portugueses, la gastronomía, la cultura, las playas y su dimensión. Diez razones frecuentes entre los extranjeros que han elegido Lisboa para vivir. Cada razón ... tiene un peso diferente en la vida de cada persona pero resulta fácil encontrar un nexo de unión en todos aquellos que han convertido la capital lusa en su ciudad de adopción. Lisboa, antes o después, les acaba enamorando . Así lo confiesan cuatro extranjeros a ABC, que por razones diferentes, viven en la ciudad de las siete colinas. Una española, una colombiana, una rumana y un brasileño nos explican por qué merece la pena vivir en Lisboa.

"Lisboa engancha emocionalmente"

Laura Weibel , española , 39 años, decidió venirse a vivir a Lisboa cuando en el 99 surgió el desafío de ser directora general en Portugal de la empresa Meta4. “Fue una gran oportunidad, montar una empresa siendo tan joven”, afirma a ABC, “y en una cultura diferente, lo cual me permitió aprender mucho”. Después de catorce años viviendo en Lisboa no duda al afirmar que Portugal “podría estar a 8 mil kilómetros de España porque somos muy diferentes ”. Son muchas las razones que Laura señala al explicar por qué Lisboa es un buen destino para vivir. “Tiene un buen tamaño, estás cerca de muchos destinos europeos, el clima es fantástico, el mar es fundamental, es un pueblo hospitalario que te recibe muy bien y es un sitio ideal para tener dinero y quedarte a vivir”, resume. Esta madrileña lejos estaba de imaginar que Portugal le iba a traer tantas sorpresas a nivel personal y profesional. De Meta4 pasó a Arinso, empresa belga y poco después creó con unos socios su propia empresa, Max People, pero pensó que “era muy joven y quería hacer otras cosas” y acabó por dejarlo. Formada en Administración de Empresas con especialización en RR.HH y Marketing, Laura Weibel cree que todos los extranjeros que se quedan en Lisboa lo hacen porque “les engancha emocionalmente”, como a ella propia. Su carrera siguió en la consultora Hey Group, en el Grupo Neves de Almeida, en L'And Vineyards y finalmente hace casi cinco años entró en Amorim Turismo. A nivel profesional “ el Portugal de base es muy válido , tiene mucho conocimiento y voluntad que necesita ser bien liderado”, apunta Laura, “y el problema está en los formalismos , las estructuras, el miedo a decir lo que se piensa”.

En Lisboa conoció a Philippe, suizo, hoy su marido y padre de sus dos hijos, Philippe y Adriana. Un matrimonio extranjero que está siempre en contacto con otros extranjeros, de muy diversas nacionalidades. “Tenemos dos parejas de buenos amigos de portugueses”, explica, “ es difícil conquistar su amistad pero si te abren las puertas son encantadores”. A Laura le apasiona la luz que encuentra en la ciudad, la naturaleza, el mar, “es una de las ciudades más bonitas de Europa , una mezcla de lo decadente y la historia escondida”. En la capital elige como rincón especial el mirador de Santa Luzia , donde está la pequeña capilla en la que se casó. Cree que existe un sentido especial de la belleza , porque, en general, “las tiendas son más bonitas, tienen un gusto y un arte más refinado”. Otro de los atractivos de la ciudad es lo abierta que resulta para recibir otras culturas, “Lisboa tiene un olor propio, está llena de gente de color, hay una mezcla de mundos, es algo muy positivo”. Desde hace unos años cambió la capital para instalarse en una finca en Santo Estévão, en los alrededores.

"Podría ser la Suiza latina, todo está en estado puro, con mucha calidad"A pesar de sentirse bien en Portugal no esconde que hay cosas que la desquician, como el hecho de que “las cosas tienen un inicio y un medio pero no llega el fin”. Tiene pena que los portugueses no sonrían, “si fuesen más alegres verían las cosas de forma más positiva”. Cree que es una ciudad cara y que tiene un gran potencial, “podría ser la Suiza latina”, afirma. “Todo está en estado puro, con mucha calidad, pero debe cambiar la mentalidad de las personas y de los políticos porque si no se quedan mediocres”. A nivel de sueldos, cree que de media se debe ganar un 40% menos, “ya se acabaron los buenos tiempos de los expatriados”.

Sinceramente, “no me imagino quedarme aquí para siempre”. Por dos motivos, le encanta estar al lado del mar “pero aquí el agua es muy dría” y sobre todo porque siendo madre “ Lisboa no ofrece a mis hijos una visión suficientemente generalista y amplia para su futuro ”. Con la crisis las cosas han cambiado mucho en Portugal, “hay una depresión generalizada, las personas lo están pasando muy mal”.

"Tienes siete ciudades diferentes maravillosas en una sola"

Andrea Martínez acaba de cumplir su primer año en Lisboa. Con nacionalidad colombiana y española, lleva más de 10 años fuera de Colombia, en su mayor parte en Madrid. Es abogada especializada en Derecho económico y asesora internacional en temas de políticas de lucha contra las drogas ilícitas y el lavado de activos, así como en cooperación internacional. Llegó a la capital lusa por una oferta laboral de su marido a la vez que ella ha desarrollado el negocio de la empresa de la que es socia , MakingSense , una consultora especializada en responsabilidad social y en proyectos sociales inclusivos y de impacto con presencia en Portugal, España, Suiza, Colombia y Perú.

¿ Por qué vivir en Lisboa ? Andrea lo tiene claro. “Por su gente, por su belleza natural, por su luz, por la magia que se respira en cada uno de sus rincones, por su gastronomía, por su río, sus parques, sus calles llenas de sorpresas y la cercanía del Atlántico y porque todo eso la hace una ciudad deliciosa para vivir en pareja”. En lo que se refiere al mundo laboral, cree que a pesar de la crisis, siempre hay espacio para la innovación y para buscar las oportunidades que surgen . “Por ejemplo con MakingSense estamos explorando la forma de hacer más asertiva la llegada de las empresas portuguesas a nuevos mercados como Colombia y Perú. Es en la inversión de los empresarios portugueses en Colombia y Perú, donde vemos una gran puerta de salida de la crisis de Portugal, y no podemos olvidar que la entrada de la empresa Portuguesa a Colombia y a Perú, le abre la puerta a los mercados de México y Chile por la Alianza del Pacífico que se ha lanzado este mayo liderado por Colombia, entre estos cuatro países”, explica.

Si tiene que elegir algo de la ciudad se queda con sus 7 colinas , “tienes 7 ciudades maravillosas diferentes en una sola, divertidas y con un encanto muy especial cada una en su estilo, con sus restaurantes, sus miradores, el Tejo que la bordea y le da un aire especial. Las iglesias, sus museos, monumentos, los parques con sus quioscos de bebidas y sus hoteles con sus palacetes espectaculares como el Pestana, la plaza do Carmo que tiene todo el peso de la historia de la ciudad”, nos cuenta. En definitiva, Lisboa es un sitio maravilloso para vivir, “p or la amabilidad de su gente, por la vida cultural y gastronómica que se puede disfrutar, por sus vinos y espumantes, porque tienes el mar a 20 minutos de la ciudad, porque está muy bien comunicada con el resto de Europa. Tenemos a Madrid a una hora de vuelo y a 5 horas y media de coche en autopistas comodísimas”. En su tiempo libre le gusta salir con su marido a descubrir nuevos restaurantes o a disfrutar los que ya son parte de su vida y a compartir con los amigos. Entre los restaurantes favoritos están “Belcanto, Tagide con su vista maravillosa, la Taberna Moderna, Café de SaoBento ( aunque tiene el defecto de aun permiten fumar), A Travessa, el Clube do Peixe y el entrañable Himchulí, un rincón nepalés donde se cena delicioso a un precio fantástico”.

"Las acerasy las calles empedradas son una pesadilla para los tacones"Si se trata de escaparse fuera de Lisboa, elige el chino del Casino de Estoril, en Cascais Mar do Inferno y Entreaguas. También aconseja visitar Troia, para comer en Sal, y al otro lado del Tejo el Ponto Final “con la vista maravillosa de Lisboa desde el otro lado. También puedes pasear por el Tajo en barquitos que se pueden alquilar en grupo y es un paseo precioso por la vista de Lisboa desde el agua”. Apenas tiene quejas de su vida en Lisboa, aunque no esconde “que las aceras y calles empedradas son una pesadilla para los tacones...pero me encantan las piedras y la luz que se refleja en ellas de día y de noche...así que de momento...TODO me gusta”, finaliza.

"En Lisboa conviven muchas culturas"

Fica Lascu , rumana, 35 años, lleva un par de meses en Lisboa. Está estudiando el ciclo superior de Administración y Finanzas en Bueu (Pontevedra), y le ofrecieron la oportunidad de realizar unas prácticas en Portugal o Inglaterra. “Opté por Portugal, por el idioma, parecido al gallego, y la proximidad”, explica, ya que en Galicia está su marido y sus dos hijas, donde viven hace años. Su primera impresión, al conocer la capital lusa, fue compararla con su país. “ Hay muchas cosas que se parecen a Rumanía, incluso los olores” . Define Lisboa como “una ciudad muy bonita y con gente muy amable”. Amante de todo lo que envuelve el mundo de la cultura, “aquí hay cosas fantásticas para visitar, es una ciudad totalmente diferente a lo que conocía”. Le ha sorprendido la forma de ser de los portugueses, “pensaba que eran más abiertos y parecidos con los españoles”. No deja de llamarle la atención la mezcla de culturas que conviven en Lisboa . Ha encontrado los precios bastante accesibles, excepto el de los alquileres, y está encantada con el servicio de transportes. Se siente segura en las calles, aunque sabe que hay barrios que es mejor evitar o tener más cuidado si andas sola. El café le ha conquistado, así como el famoso pastel de nata . “Todo me gusta, las calles, los jardines, los parques, regresaré con mis hijas”. Fica termina en unas semanas su trabajo en Lisboa y no le disgusta la idea de poder vivir en Portugal, con la familia, siempre y cuando surgiese una oportunidad laboral para ella y para su marido. Pero tal y como están las cosas en el país vecino, “lo veo muy difícil”.

"Lisboa me conquistó"

Jair Rattner, periodista brasileño, 52 años, está próximo a cumplir los 27 años en Lisboa . Llegó por una beca de estudios, para hacer un máster en el área de literatura, totalmente por casualidad. Vivía en Corea del Sur y un compañero le pidió ayuda para rellenar una candidatura para el máster, y acabó por hacer una copia del impreso y se presentó también él. Por entonces “nadie trabajaba en Portugal para los periódicos brasileños y empecé a trabajar para A folha de São Paulo”. Ahora trabaja como corresponsal para la BBC servicio brasileño y para varios medios. El amor hizo con que Jair optase por quedarse en Lisboa. Se enamoró de Helena, se casó y tiene dos hijos. La seguridad es para Jair uno de los principales motivos que le llevan a elegir Lisboa como una buena ciudad para vivir. “En relación a Brasil hay un gran cambio, allí tienes siempre un comportamiento defensivo nada más salir a la calle”. Los precios, comparados con San Paulo, “son muy baratos, no siempre fue así pero ahora aquí todo lo encontramos a mucho mejor precio”. No podía ser todo bueno ya que a nivel profesional “ en periodismo hay menos cosas que hacer , se cubren menos asuntos” y también la vida cultural “es más rica en mi ciudad”.

Lisboa me encanta, la luz, la vista al río, tiene poco tráfico ”, cuenta Jair. Cree que hay fantásticas terrazas con buenas vistas sobre el río y buenos restaurantes a los que le gusta ir. En pocas palabras, “ Lisboa me conquistó ”. Cuando llegó los portugueses tenían muchos preconceptos en relación a los brasileños, en muchas ocasiones no les trataban bien, “pero actualmente con la crisis ha cambiado mucho”, añade. Profesionalmente se ve algo limitado, y le desespera la respuesta poco profesional que las empresas tienen con los periodistas. Además asegura que Portugal “ funciona mucho por las amistades, hay mucho enchufe ”. No se plantea si estará en Lisboa mucho o poco tiempo pero sí ve claro que sus hijos “van a tener que salir, los lugares de trabajo están contados. Si siempre fue así ahora está mucho peor”, puntualiza.

Las buenas razones de los extranjeros para vivir en Lisboa

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios