Victoria de los conservadores en las elecciones búlgaras

Los resultados mantienen el gran escepticismo ante la capacidad de que se pueda formar un ejecutivo sólido , que pueda garantizar la estabilidad política que tanto necesita el país. Se teme que crezcan la inestabilidad y el desgobierno que, a su vez, reavivarían las protestas sociales que forzaron la caída del anterior gobierno también de centro-derecha, cuando la sociedad se echó a la calle para protestar por el alza en el recibo de la luz.

Precisamente, poco después de cerrar los colegios cientos de personas protestaban ante el Palacio Nacional de la Cultura, donde los dirigentes políticos ofrecían sus valoraciones de la jornada electoral. Decepcionados por los resultados y acusando a los conservadores de fraude electoral, los manifestantes trataron de entrar en el edificio por la fuerza mientras gritaban «mafia», la palabra que emplean para calificar a la clase política, informa Efe. Es la primera vez desde la caída del comunismo en 1990 que se organiza una protesta similar contra los resultados electorales.

Lo cierto es que uno de los grandes problemas de estas elecciones ha sido la «compraventa» de votos , que ningún gobierno hasta ahora ha logrado erradicar. Múltiples han sido las muestras de este tipo de irregularidades, aunque ninguna ha sido tan flagrante que pueda modificar los resultados. Significativo es el hecho de que la ley obligue a que en todos los eslóganes electorales se afirme que «la compraventa de votos es un delito que la ley penaliza».

La escasa participación , de cerca de un 50%, evidencia la apatía ciudadana. Andrei Andreev, pensionista, comentaba a ABC: «No voy a votar. Estoy harto de las mentiras de los políticos, de todos los partidos que hasta ahora han estado en el poder».

Aislamiento absoluto

Por primera vez en 23 años de democracia, un partido –GERB– logra ganar en dos comicios consecutivos y, también por primera vez, los partidos de la antigua derecha que jugaron un papel relevante en la transición búlgara no estarán representados en el hemiciclo.

En sus primeras declaraciones, representantes del GERB (Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria) han sido muy cautos a la hora de comentar cómo y con quién podrán formar gobierno, ya que les será muy difícil atraer a otros partidos para coaligarse. Como mucho aspiran a gobernar en minoría con apoyos puntuales en el Parlamento .

Maya Manolova, de la ejecutiva socialista, afirmaba que «nosotros somos los vencedores morales ya que GERB se encuentra en un aislamiento absoluto». Lo curioso es que el líder de los socialistas búlgaros, Serguei Stanishev, presidente del Partido Socialista Europeo, hizo una significativa concesión al proponer a su exministro de Finanzas, Plamen Oresharski, para el cargo de primer ministro caso de que se les encomiende formar gobierno.