El calvario de Grimilda, la mujer de Ariel Castro: metida en cartones y apaleada

Los documentos judiciales indican que Grimilda presentó una denuncia ante la policía en el 2005. Según el informe, Grimilda apareció en la comisaria con la nariz rota, fractura de costillas, los dos hombros dislocados y un coágulo en el cerebro. Según su testimonio Castro había amenazado con matarla.

Además, la denuncia presentada por Grimilda también explicaba que desde que ella abandonó la casa, Castro había intentado llevarse a sus hijos en varias ocasiones.

Durante el tiempo en que estuvieron juntos, Castro se mostró extremadamente controlador: le decía que comer, cómo vestirse y con quién juntarse.

Según publica el diario británico «Daily Mail», Castro llegó incluso a pedirle que se metiera dentro de unos «cartones» y no saliera hasta que él le diera la orden. Grimilda soportó el abuso durante años ya qué Castro amenazaba con matarla cada vez que ella hablaba de abandonarle.

Además, de acuerdo con la familia de Grimilda, ella murió a causa de las secuelas de las palizas que él le propinaba. En declaraciones al Daily Mail Elida Caraballo, la hermana de Grimilda aseguró que «estaría viva si no fuera por él».

Al parecer Ariel y Grimilda se conocieron porque él vivía justo al otro lado de la calle y solo una semana después de conocerse ya estaban saliendo juntos. Juntos tuvieron tres hijos: Emily, Ariel Castro, Rosie Arlene y Ariel 'Anthony'.

Anthony, de 31 años, trabaja en un banco en Cincinnati y asegura que cuando visitaba a su padre apenas una vez al año, el encuentro no duraba más de 20 minutos en los que Ariel no le permitía acceder a ciertas habitaciones. «Yo también fui golpeado, por eso nuestra relación nunca fue cercana. Nunca hablábamos de ello», explica en declaraciones a la BBC.

Elida Caraballo asegura que Ariel estaba tan lleno de odio que «no merecía ser padre».

Una de sus tres hijas, Emily Castro está cumpliendo una pena de 25 años de prisión en Rockville por intento de asesinato de su hija cuando tenía once meses de edad, según consta en documentos judiciales consultados por Reuters. Emily Castro fue condenada por intento de asesinato de su hija, a la que realizó cortes en la garganta en cuatro ocasiones con un cuchillo el 4 de abril de 2007, el día después de que el padre de la niña se fuera de su vivienda de Fort Wayne. La mujer que llevaba a la niña en brazos cuando llegó la Policía era Grimilda Figueroa.

La Policía encontró a Emily Castro cubierta de barro, agua y sangre cuando llegó a la vivienda en respuesta a una llamada realizada al servicio de emergencia 911 también por Grimilda. El paradero actual de la pequeña, que ahora tiene en torno a siete años, se desconoce.