Liberado un preso político cubano tras un mes de huelga de hambre

Ferrer, un ex preso de la llamada Primavera Negra, informó a última hora del martes a través de twitter de que Luis Enrique Lozada, miembro de su movimiento, había sido «liberado» y que se ponía fin a la huelga de hambre que protagonizaron más de sesenta personas (incluidos los mencionados disidentes).

En una grabación difundida a través de YouTube, Ferrer expresó su agradecimiento a todos los que apoyaron a Lozada y a los miembros de la Unpacu, e instó a aquellos que mantenían una huelga de hambre a que la suspendieran. «Continuaremos dando nuestro modesto aporte a favor de la democracia y la libertad en Cuba», aseguró. «Salimos dañados físicamente pero fortalecidos en principios, en valor, en firmeza, en dignidad», remarcó, en alusión a la huelga de hambre que él mismo mantuvo también, informa Ep.

Ferrer recordó que «otros presos continúan en las celdas inhumanas del régimen castrista», incluidos decenas de miembros de la Unpacu. «Vamos a continuar luchando por su libertad y la de Cuba con más fuerza, entrega y deseo que nunca», insistió.

Tanto la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn) como el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) alertaron sobre la situación de Lozada y del resto de los que se sumaron a la protesta. Luis Enrique Lozada se encontraba ingresado «en estado grave» en la unidad de cuidados intensivos del hospital Saturnino Lora, de Santiago de Cuba.

Lozada, de 46 años, fue arrestado de forma arbitraria el pasado 9 de abril, tras haber sido objeto de varios actos de repudio en su casa, en Mafo, en el este de la isla, según el OCDH.

Desde su detención, el activista de la Unpacu inició una huelga de hambre en «protesta por su detención y por la intención del régimen cubano de procesarle por el delito de amenazas, pero también para rechazar la violencia que la Policía y las turbas de simpatizantes del régimen ejercen en contra de los opositores con total impunidad«, precisó el observatorio.

Según este organismo que dirige Alejandro González Raga, un ex preso de la Primavera Negra de 2003 residente en España, «la motivación de la detención de Luis Enrique Lozada Igarza era política y no tendría razón de ser en cualquier país democrático».