Muere Diez Canseco, el líder socialista que plantó cara a Fujimori

Javier Diez Conseco, fundador del Partido Socialista , pasará a la historia por su defensa de las víctimas de violencia de género, por defender los derechos humanos durante la guerra interna en Perú —que duró desde 1980 hasta el año 2000—, por defender los derechos de los homosexuales, promover la labor de los sindicatos y por sus investigaciones desde el Congreso sobre los imputados de delitos económicos, durante el primer gobierno de Alan García (1985-90), así como durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000).

Fue hijo de un banquero y miembro de una familia acomodada pero, como militante de izquierda, optó por vivir en los barrios más deprimidos de Lima. Su gran lucha: pretender acabar con las diferencias raciales y clasistas, para que Perú fuese «un país menos injusto».

Su salud fue uno de sus grandes problemas; con tan solo un año de edad sufrió una parálisis infantil en las piernas. Y en el brazo. Pero gracias a su carácter batallador y a la ayuda de sus padres pudo superar la enfermedad que le dejó como secuela la inamovilidad de un pie; pero no le impidió que volviera a montar en bicicleta, a nadar en una piscina o a bailar una canción de salsa.

Diez Canseco fue congresista desde 1978, momento en el que participó en la Asamblea Constituyente que dio forma a la Constitución de 1979 y cambió el rostro electoral de Perú. La Constitución concedió el voto a los analfabetos, en un país en el que la mayoría de la población tiene como lengua materna el quechua, al aymara. Y las lenguas amazónicas.

Dirigió varias comisiones investigadoras, como la que desveló los delitos por malversación económica cometidos por el Gobierno de Fujimori, un fraude fiscal de seis mil millones de dólares que causó la detención de varios ex ministros del régimen.

El líder progresista regresó al Congreso como militante del partido del presidente Ollanta Humala, pero poco tiempo después, Diez Canseco rompió con Humala por no cumplir con sus promesas efectuadas durante la campaña.

A finaleses del año pasado, el grupo parlamentario del ex presidente Alberto Fujimori, ordenó que se le abriera una investigación por haber faltado a los compromisos con su país. El caso le acarreó una suspensión de su vida política durante 90 días, pero la sanción fue rechazada por el poder judicial.

Debido a eso, su viuda, Liliana Panizo Muñiz, ha prohibido que los 55 congresistas que votaron para sancionarlo acudan al sepelio. Además, su féretro no será llevado al Hemiciclo del Congreso — como suele hacerse cuando fallece un parlamentario en el país—.

Hoy, diversas organizaciones sociales, de todos los espectros ideológicos, homenajean al líder peruano, reuniéndose en la Plaza Dos de Mayo, (Lima). Canseco será in cine rado y enterrado en una ceremonia privada a la que asistirá su familia.