Racionamiento de la luz y creciente escasez en Venezuela

Los apagones –cada vez más frecuentes– se van convirtiendo en una triste realidad de la vida cotidiana venezolana. Y al chavismo no se le ha ocurrido mejor excusa que acusar a la oposición de «sabotaje». Es una acusación tan manida en esta campaña electoral como la de preparar planes para reventar los resultados de los comicios, traer a ultraderechistas salvadoreños para desestabilizar el ambiente o incluso albergar siniestros planes contra los responsables del chavismo.

Pero la realidad es mucho más prosaica. Es la realidad de la creciente escasez que vive el país, en el que algunos medios próximos al chavismo han llegado incluso a dar consejos sobre el uso de «toallas sanitarias socialistas» (que se puedan lavar y volver a utilizar) en vez de compresas femeninas. El canal «Vive» emitió un insólito programa sobre las toallas higiénicas «socialistas» que ha causado estupor. Hasta a los productos de higiene íntima el gobierno poschavista les pone la etiqueta «socialista», preparando así a la población a los tiempos de escasez que se avecinan.

En un vídeo que ya se puede ver en Youtube la presentadora explica cómo se fabrican manualmente las compresas con material de tela de algodón para que puedan ser lavadas y recicladas. Al tiempo que carga contra las compresas que fabrican las empresas capitalistas porque son «alérgicas». Lo que no dice es que son las mismas que se usan en Cuba porque no se pueden importar otras del exterior.

El gobierno poschavista se lanza así de lleno en el terreno del adoctrinamiento para que nadie se sorprenda de la aparición de las «compresas socialistas» cuando desaparezcan las «capitalistas».

Otros productos de primera necesidad que escasean en las estanterías de las tiendas son el papel higiénico, la pasta de dientes, detergente, varios alimentos, servilletas y hojas de afeitar. Un panorama ante el que muchas empresas multinacionales han avisado de que van a cerrar por falta de divisas para seguir operando.

Los siniestros apagones y la creciente escasez provocan un clima de incertidumbre de cara a las elecciones del próximo domingo. Los venezolanos ya sienten lo que es vivir en crisis y cuanto puede empeorar la situación una vez que se hayan celebrado los comicios y el país deje de estar en campaña electoral.

Además la inflación supera ya el 30 por ciento como consecuencia de las dos últimas devaluaciones de la moneda. Lo que ha impulsado a los dos candidatos en pugna a mantener una permanente subasta, una perpetua promesa de aumentos salariales difíciles de creer.