Sarkozy ve tan mal a Francia que no descarta un posible regreso a la política
Un semanario reproduce unas palabras del ex presidente mientras Hollande se convierte en el más impopular de la V República
Sarkozy ve tan mal a Francia que no descarta un posible regreso a la política
El semanario conservador ValeursActuelles cita de manera informal al ex presidente, que habría afirmado, a lo largo de una conversación más o menos privada: «Al ritmo que van las cosas y la evolución de la crisis, pudiera ocurrir que llegase un momento en el que ... la cuestión se plantería de muy distinta manera. No se tratará de preguntarse “¿tienes ganar de volver a la política?”. No tengo ganas. Pero puede llegar el momento en que la pregunta pudiera plantearse de otro modo: “¿Tienes otra alternativa? ¿Puedes escaquearte?”. Llegado ese momento, no podría decirme “soy feliz, llevo a mi hija al cole y doy conferencias por medio mundo”. Llegado ese momento, la cuestión de mi vuelta a la política sería una obligación, un deber».
Valeurs Actuelles atribuye esas frases al ex presidente, alimentando el folletón de la posible vuelta de Sarkozy a la política, cuando su sucesor, François Hollande, se ha convertido en el presidente más impopular de la V República, a los diez meses de ser elegido presidente de la República, el 6 de mayo del 2012.
Citado oficiosamente por Valeurs Actuels, Sarkozy tiene una visión implacable de la acción política y diplomática de Hollande: «Está rompiendo todo lo que conseguí construir con Angela Merkel. Estamos ante un futuro incierto. Se anuncian acontecimientos graves. La crisis social se agravará. Y la crisis financiera por venir tendrá una violencia rara, que culminará con disturbios políticos».
Guerra en Malí
Según Valeurs Actuels, Nicolas Sarkozy también tiene una visión muy crítica de la intervención militar francesa en Malí, que comenta de este modo: «¿Qué estamos haciendo allí, si no sostener a unos militares golpistas e intentar controlar con 4.000 hombres un territorio tres veces más grande que Francia? La regla de oro en ese tipo de situaciones es no intervenir jamás en un país donde no hay gobierno».
Ver comentarios