«Italia está abocada a nuevas elecciones en breve»
Giovanni Sartori, politólogo. Premio Príncipe de Asturias. Sin pelos en la lengua, arremete contra políticos y antipolíticos, contra electores y elegidos en una Italia que cree «poco inteligente»
«Italia está abocada a nuevas elecciones en breve»
«Es probable que tengamos un Parlamento breve, porque nacerá muerto». En conversación con ABC, Giovanni Sartori, reputado politólogo, premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales, nos recuerda que hizo este vaticino una semana antes de las elecciones italianas en un artículo en el Corriere ... della Sera, periódico en el que colabora habitualmente. «Escribí que serían unas horrorosas elecciones. Y_el resultado ha sido peor todavía de lo previsto». Vio antes que nadie, hace ya cinco años, el fenómeno Grillo. Y ahora, al analizarnos la política italiana, no deja títere con cabeza.
–Italia parece destinada a la ingobernabilidad. ¿Qué le hace falta para alcanzar la estabilidad?
–Una nueva ley electoral, con una segunda vuelta electoral como en Francia. En una segunda vuelta electoral, la gente no votaría entre cincuenta candidatos, sino entre dos. El sistema es impecable, y funciona porque puede contar con una mayoría segura.
–¿Italia está abocada en breve a nuevas elecciones?
–Cuanto antes se hagan, mejor. Seguramente en breve, en unos meses. Pero con una nueva ley electoral. Tendremos así un Parlamento creíble.
–Hoy todo el mundo habla del cómico Grillo, ¿le ha sorprendido ese fenómeno?
–A mi, no. Fui el primero en ocuparme del fenómeno Grillo hace cinco años. En el «Corriere della Sera» escribí dos editoriales advirtiendo lo que venía: cuidado, que este empieza ahora, pero tiene su técnica y su estrategia. Además, es muy eficaz cuando habla en la plaza pública. Es un hombre de escenario, «bravísimo». Sabe comunicar. Luego encontró un gurú (Gianroberto Casalegio, fundador junto a Grillo del Movimiento 5 Estrellas) y ambos han lanzado con gran éxito el Movimiento. Pero las propuestas son, a mi parecer, casi todas equivocadas.
–¿Es un fenómeno preocupante?
–Es preocupante porque ni Grillo ni sus seguidores saben nada. Mandará al Parlamento a personas con carácter, pero la mayoría no tienen ni idea de lo que se debe saber para legislar y gobernar. Y eso es gravísimo, porque hoy se deben afrontar problemas muy graves financieros, económicos, sociales… Esta es gente que dice: «¡Salgamos del euro!». Vale, entonces, salgamos del euro. ¿Y luego, qué? El de Grillo es un programa irrealizable.
–Y Grillo como líder del Movimiento 5 Estrellas, ¿qué opinión le merece?
–Es sensacional como cómico. Gritando en sus mítines en las plazas es «bravísimo». El problema está en que no tiene ni idea de cómo se pueden resolver los complejos problemas que hoy la sociedad debe afrontar. Igualmente es «bravo» en sus crítica, de una eficacia extraordinaria. Tan «bravo» que nadie puede hacerle frente. Berlusconi hizo toda la campaña en la televisión, nada de mítines, mientras Grillo llenaba las plazas.
–Aparte el éxito de Grillo, ¿qué es lo más llamativo del resultado de las elecciones?
–Me parece extraordinario que Silvio Berlusconi haya quedado a solo un puñado de votos de la mayoría. Demuestra que el electorado es muy estúpido. Berlusconi les ha prometido un reembolso económico y les devolverá el impuesto de la vivienda que pagaron el año pasado, y los electores se lo creen y ¡lo votan! (se ríe, divertido).
–Algunos dicen que los culpables son los italianos por seguir votando a Berlusconi.
«Los italianos son imbéciles. Claro, no todos. Pero su voto muestra que no se han enterado de nada»
–Los italianos son imbéciles. Claro, no todos, se entiende. Pero la mayoría del voto demuestra que los electores italianos no saben nada, no se dan cuenta, se han comportado de forma poco inteligente.
–Todos daban a Berlusconi por muerto políticamente, ¿cómo explica su resurrección y remontada electoral?
–Lo he escrito también: Il Cavaliere gana a cualquier rival en el arte de mentir continuamente, desde por la mañana hasta la noche. Se contradice continuamente. Para defender sus intereses, hace lo que sea y no se deja parar por nadie.
–¿Pero cómo es posible que los italianos le sigan creyendo después de haber fracasado como gobernante?
–Berlusconi ha descubierto un subterfugio, para justificar que no ha cumplido con sus promesas. Dice que como primer ministro no puede hacer lo que quisiera, porque la Constitución no se lo permite, y no le quieren dar el poder que necesita. Siempre repite lo mismo: quise hacer esto y lo otro, pero no me lo han permitido. Se trata de una fabulosa invención. Una gran mentira, pero el electorado no se entera.
-Ese fue el subterfugio en el plano nacional; en el internacional utilizó el de Angela Merkel.
–Merkel es su segundo subterfugio, al señalar que la canciller alemana no lo quiere y que él combatirá a Europa. Luego añadía que si no lo escuchan se saldrá del euro. Con éste, un buen final nos espera…un final como el de Grecia.
–Pero si Berlusconi recoge tantos millones votos se debe también a que Italia es social y culturalmente un país de tradición mayoritaria de derechas.
«Italia es de derechas porque la izquierda es estúpida, muy inclinada al izquierdismo»
–Es de derechas porque la izquierda es estúpida. Es una izquierda demasiado inclinada hacia su ala izquierda. No es ni reformista ni creíble. Y para colmo, Bersani, que es una persona sólida pero que nunca es brillante, demuestra ser también un estúpido al formar coalición con Véndola (el presidente de la región de Apulia y líder del Izquierda, Ecología y Libertad). Estaba claro que al aliarse con Vendola, se daba una imagen de viejo marxismo. De esta forma, el centro-izquierda ha perdido muchos votos moderados. Estos políticos son estúpidos, de hacer llorar.
–¿Y Monti, cuya popularidad se ha hundido en Italia, mientras ha contado con el apoyo unánime en el exterior?
-Es un economista cortés. Su campaña electoral ha sido un desastre. Afrontar unas elecciones insistiendo en que ya no hay derecha ni izquierda, demuestra que no está capacitado. Al electorado no le importa nada lo de izquierdas o derechas. Tienen hambre, están parados. Esa es la cosa más importante y lo que les preocupa. Y Monti, estúpido él, comienza la campaña polemizando que ya no existe la derecha ni la izquierda. Hubiera sido mejor que no se hubiera metido en campaña electoral.
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