El cura anticamorra que dijo «no» a Berlusconi: «A los políticos no les interesa combatir la mafia»
Luigi Merola, amenazado de muerte y con escolta permanente desde hace 12 años, rechazó una oferta del «Cavaliere» para ser diputado. «No puedo ser de un partido, mi elección es la de ayudar a todos», explica a ABC
ángel gómez fuentes
Don Luigi Merola es un sacerdote conocido en toda Italia como un símbolo de la lucha contra la camorra, la mafia napolitana. En los últimos días es además noticia porque Silvio Berlusconi, a la búsqueda de votos a cualquier precio, le ofreció encabezar la lista ... electoral en la región de Campania, asegurándole un puesto de diputado en el Parlamento de Roma. También el presidente de Ferrari, Luca Cordero de Montezemolo, le pidió que fuera candidato por el centro que encabeza el primer ministro Mario Monti. El sacerdote, de 40 años, está amenazado de muerte por la camorra y vive con escolta permanente desde hace 12 años. Hace cinco años creó, en una «villa» confiscada a un jefe mafioso, la fundación «a Voce d'è Creature» , dedicada a jóvenes en situación de grave riesgo social, en particular a los que han abandonado la escuela. En una entrevista con ABC, el sacerdote nos explica su guerra contra la camorra y su «no» a Berlusconi.
-Su nombre era muy atractivo para el Pueblo de la Libertad, partido de Silvio Berlusconi, y por eso «Il Cavaliere» quiso hacerlo diputado. ¿Qué propuesta le hizo el exprimer ministro?
-El 9 de enero fui invitado a Palazzo Grazioli (la residencia romana de Berlusconi). Como mi fundación funciona gracias a la beneficencia, pensé que me ofrecería una ayuda. Pero Silvio me propuso un puesto en el Parlamento, con la tarea de hacer una ley sobre los bienes confiscados a la mafia. Estuve hablando con él una hora y media y al final le dije que no podía aceptar la propuesta.
-¿Por qué la rechazó?
-Porque mi obligación hoy es trabajar con los jóvenes. Además, yo debo ser libre, un cura que debe escuchar a todos: derecha, izquierda y centro. No puedo ser de un partido, porque mi elección es la de ayudar a todos.
-Usted ha sido muy crítico con la política y con la elaboración de las listas electorales de los partidos, en particular la del Pueblo de la Libertad de Berlusconi.
-He visto lo de siempre, falta de renovación. Hay una colusión entre mafia y política que yo denuncio. No interesa a la política la lucha contra la camorra, porque los políticos tienen necesidad de votos. Y este es el drama, que hay un compromiso entre la camorra y la política. Los votos se los da la camorra. Los fejes camorristas tienen necesidad de contratar obras, licencias, permisos…, y ahí nace el matrimonio entre mafia y política. Los políticos no quieren cambiar esta situación. Han querido por conveniencia utilizar mi nombre. Pero yo les digo lo que me enseñó mi maestro: mejor morir de pie, que vivir una vida entera de rodillas.
-¿Qué hace el Estado para combatir esa criminalidad?
-El Estado ha abandonado, durante años, territorios enteros. Si vienes a Nápoles verás que en una decena de barrios no hay presencia de Estado. Incluso las fuerzas del orden tienen miedo de entrar en esos barrios, como el de Scampia, el más famoso. La policía y carabinieri se deben autoproteger entrando con cuatro o cinco coches o no entran en esos barrios.
-Precisamente Scampia es feudo de los capos de la camorra y uno de los principales centros de distribución de droga de Europa. ¿Cómo combate usted en esos barrios contra la camorra?
-La criminalidad es un cáncer y hay que hacérselo saber a los jóvenes. A la camorra hay que combatirla en sus raíces, quitándole a ese ejército potencial de miles de jóvenes. Si les quitamos a esos soldados, antes o después los capos tendrán que cambiar.
-¿Cuántos jóvenes han abandonado la escuela en Nápoles?
-Entre las provincias de Nápoles y Caserta hay 12.000 chicos que han abandonado la escuela y son presa fácil para la camorra, que tiene 112 clanes activos en esas dos provincias. Este es el grito que yo estoy lanzando en toda Italia.
-Esa es la labor que hace su fundación. ¿A cuántos jóvenes acoge?
-Tenemos unos 120, entre 6 y 17 años. El 68% de ellos tiene a sus padres en la cárcel, otros han sufrido alguna violencia o sus padres están sin trabajo. Sus familias no los mandaban a la escuela. Nosotros les decimos que su primer deber es estudiar, porque sin estudio son como un pájaro sin alas. Queremos darle alas con el estudio y que puedan volar, porque si no terminarán formando parte de la camorra, con un futuro ya marcado: o la cárcel o víctimas de la delincuencia.
-¿Por qué es tan fuerte la camorra?
-Porque el Estado está ausente y no da servicios ni ayuda. Por ejemplo, una de las plagas es el desempleo. Cuando hay malestar social, aumenta de forma alarmante la criminalidad. Yo estoy demostrando al Estado con mi fundación que se puede invertir en prevención y ganar esta batalla. No sirve solo la represión. Quienes van a la cárcel salen más delincuentes que cuando entraron.
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