Los planes de futuro de Obama

La gran pieza legislativa de esta segunda legislatura será la reforma inmigratoria, tendente a regular los once millones de inmigrantes ilegales. Obama la prometió para el primer mandato; ahora los republicanos se suman al deseo de llevarla a cabo, tras quedar claro en las elecciones que sin mayor voto hispano no volverán a la Casa Blanca. Parte de la agenda doméstica también será la lucha contra la violencia con armas de fuego, si bien no está claro que el Congreso apruebe algunas prohibiciones propuestas por Obama.

Hay promesas con las que Obama llegó a la Casa Blanca hace cuatro años que ya está claro que no va a cumplir, como el cierre de Guantánamo. Otro gran ámbito de promesas incumplidas es el referido al cambio de clima, lo que ha generado frustración en las bases demócratas. Con la marcha de la secretaria de Medio Ambiente, Obama deberá recomenzar en su propósito de avanzar en las metas de reducción de emisiones contaminantes.

Pese al repliegue en el exterior previsto para esta segunda legislatura, el reto más inmediato para Obama en política internacional es evitar que Irán acabe disponiendo de la bomba atómica, sin llegar a la necesidad de un ataque. En su primer mandato fracasó en el deseo de mediación para un acuerdo entre israelíes y palestinos. Podría intentarlo de nuevo, para lo que convendría que realizara su primer viaje a Israel. Como telón de fondo del segundo mandato estará un empeño en crear mecanismos de diálogo con China. Siria y el norte de África podrían complicar la presidencia.