Las elecciones en Baja Sajonia, prueba de fuego para Merkel ante las generales

McAllister, de 42 años, gobierna en Baja Sajonia en coalición con los liberales (FDP), al igual que Merkel a nivel federal. Y si no fuese por la caída libre del FDP, este político de origen escocés no debería tener dudas en seguir en su puesto. Su contrincante, Weil, nacido hace 55 años en Hamburgo, quiere gobernar con los Verdes, que llevan años en la oposición.

La encuesta Infratest para la televisión pública ARD del pasado 10 de enero da una clara victoria a los democristianos. Sin embargo, el 40% en intención de voto para la CDU no asegura que seguirán gobernando. Según la misma encuesta, el SPD obtendría un 33% y los Verdes un 13%, lo que tampoco asegura el triunfo rojiverde. Los liberales del FDP lograrían un 5%, el mínimo para entrar en el parlamento regional, del que quedarían fuera tanto los Piratas (3%), como los postcomunistas de La Izquierda (3%).

Toda Alemania sigue con interés los comicios de este land porque es tradicional que sus resultados se reflejen en las generales. De ahí también el interés de Merkel, Steinbrück y sus respectivos partidos y aliados.

Merkel ha acompañado a McAllister a todos los mitines que le ha sido posible, mientras que los socialdemócratas han sacado todas sus cartas para aupar a Weil: el excanciller Gerhard Schröder, el presidente de partido, Sigmar Gabriel, y la popular Hannelore Kraft, jefe del Gobierno de Renania del Norte-Westfalia. A Steinbrück se le ha visto poco.

Todo parece depender de los resultados del FDP, que se encuentran en la cuerda floja del 5%. Después de obtener un máximo histórico del 14,6% de los votos en las generales de 2009 y pese a tener a tres ministros medianamente bien evaluados, desde 2011 los liberales han sido expulsados de seis parlamentos regionales al no rebasar la barrera del 5% de los votos; incluido Berlín, en el que obtuvo tres décimas menos que el neonazi NPD.

McAllister y Merkel han obtenido un aliado indirecto: la impopularidad de Steinbrück ha rebajado las opciones de relevo en el poder de Baja Sajonia. Que el canciller gana demasiado poco o que Merkel tiene ventaja por ser mujer, son comentarios que el candidato del SPD no debería haber hecho tan livianamente. El escándalo por sus cobros extraordinarios –es el parlamentario del Bundestag que más sobresueldo acumula por conferencias–, tampoco ha ayudado a repuntar a los socialdemócratas ni a catapultar un cambio de gobierno regional (ni federal).