Los islamistas ilegales flirtean con la idea de convertirse en partido en Marruecos

El jeque Abdesalam Yasin, fundador de este grupo, que no reconoce la autoridad del monarca alauí como comendador de los creyentes, falleció el mes pasado a los 84 años, lo que ha obligado a un relevo en su cúpula.

«Las autoridades no dan signos de que vayan a aceptar», reconoce Arsalan, hasta ahora portavoz de la formación. Por eso, que haya hecho ese anuncio no significa que estén cerca de convertirse en una formación política.

Primero por ese enfrentamiento al palacio, que sigue controlando todos los resortes del poder en el país magrebí. Y segundo porque sin duda haría sombra al gobernante Partido Justicia y Desarrollo (PJD), de corte islamista moderado, mucho más propenso a seguir la senda que marca el rey Mohamed VI y su entorno.

«Supongamos que nuestro movimiento no reconoce la Monarquía, ¿dónde está el problema?», se pregunta durante la entrevista con Akhbar Al Yaum el líder de Justicia y Caridad. «Se trata de un punto de vista. ¿No debe el Estado garantizar la libertad de opinión mientras esas opiniones se expresen de manera pacífica?».

En el recuerdo de todos está el caso de Nadia Yasin, hija del jeque e influyente miembro del movimiento, que tiene desde hace un lustro un proceso judicial cerrado en falso -es decir, en el cajón y listo para ser reabierto- despúes de declarar en una universidad de Estados Unidos que prefiere para Marruecos una república antes que una Monarquía.

Refiriéndose a los miembros del PJD, Arsalan dice: «los responsables del PJD son serios, fieles y comprometidos, pero en cuanto a su rol de gobierno hay que reconocer que no gobierna».