Los pobres y parados de Inglaterra recurren a las apuestas para salir de la crisis

En comparación, las 50 zonas electorales con los niveles más bajos de desempleo solo tenían 287 casas de apuestas y el total jugado era una cuarta parte, 1.400 millones de libras.

Según Fairer Gambling la diferencia entre ambas zonas muestra una política deliberada de la poderosa industria de las apuestas en un país con fuerte inclinación hacia el juego de azar.

En uno de los barrios con más problemas sociales del este de Londres, Bethnal Green and Bow, unas 45 casas de apuestas ganaron 243 millones de libras (más de 250 millones de euros) con máquinas bautizadas como «el crack de cocaína del juego». Estos juegos de ruleta de casino de alta velocidad permiten apostar hasta 100 libras por tirada.

La Asociación de Apuestas Británicas negó que estuvieran inundando las zonas más pobres con casas de apuestas, pero el informe desató una polémica entre conservadores y laboristas en un momento en que hay un debate abierto sobre la regulación de los juegos de azar.

«El modelo de negocios de estas compañías es inmoral. Se gasta más en juegos que en servicios sociales», indicó a «The Guardian» Lucy Powell, diputada laborista de Manchester.

No fue la opinión del diputado conservador John Redwood, quien liberó a los empresarios de toda responsabilidad. Redwood consideró que la culpa es de los mismos pobres. «Creen que pueden salir de su situación con un golpe de suerte, que los ricos obtuvieron su fortuna gracias al azar y no al trabajo», señaló el diputado conservador.