Mueren 20 niños y siete adultos en un tiroteo en Connecticut

El presunto autor de la matanza ha sido identificado como Adam Lanza, según indicaron varios medios estadounidenses citando a fuentes oficiales, a pesar de que en un principio había sido confundido con su hermano Ryan. El autor, de 28 años, se habría suicidado en la misma escuela tras realizar más de un centenar de disparos.

La Policía había informado previamente de la muerte del autor de los disparos en el transcurso de la matanza que ha tenido lugar en la escuela Sandy Hook, de la ciudad de Newton. Algunos medios locales, citando fuentes propias, señalan la existencia de un segundo asaltante, aunque esta información no ha podido ser verificada por fuentes policiales. Hay una persona detenida, pero no se ha confirmado su relación con el tiroteo.

Lanza habría asesinado primero a su padre en casa y luego a su madre en el centro educativo, donde trabajaba la mujer, según las versiones de los medios locales. Según la CBS, Lanza abrió fuego en la clase de su madre y luego se quitó la vida con una de sus dos armas. El diario 'The Washington Post' ha aportado una versión similar de los hechos, aunque ha precisado que la primera víctima de Lanza fue su propia madre.

Diversas fuentes sostienen que la mayoría de disparos fueron en las aulas de educación infantil. "La Policía nos dijo que nos abrazáramos unos a otros, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos. Solo los abrimos al salir del colegio", ha explicado Vanessa Bajraliu, una niña de nueve años, al diario local 'Hartford Courant'. Otro niño, Brendan Murray, también de nueve años, ha relatado que estaba con sus compañeros en el gimnasio de la escuela cuando escucharon "un montón de golpes" y los profesores les ordenaron que se escondieran en un armario, donde permanecieron ocultos durante quince minutos.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue puesto inmediatamente al tanto del "trágico" tiroteo, que ha dejado varios heridos, y se ha puesto en contacto con el director del FBI y con el gobernador de Connecticut. El mandatario ha ordenado que las banderas de la Casa Blanca, edificios federales y complejos militares ondeen a media asta en honor a las víctimas. La orden será efectiva hasta la puesta de sol del martes 18 de diciembre, ha precisado en una declaración, tildando el ataque de "acto de violencia sin sentido".

Con lágrimas en los ojos, el presidente, sumido en una "abrumadora pena", ha prometido una "acción significativa" para poner fin a este tipo de tragedias. "La mayoría de aquellos que murieron hoy eran niños, preciosos niños pequeños de entre cinco y diez años", ha dicho. "Tenían toda la vida por delante, cumpleaños, graduaciones, bodas, sus propios hijos", ha subrayado.

El mandatario ha señalado que hoy su mujer y él harán lo mismo que los demás padres del país, "abrazar" a sus hijas. Sin embargo, ha lamentado, "hay familias en Connecticut que no podrán hacerlo esta noche y nos necesitan". "Se que no hay un padre en Estados Unidos que no sienta la misma pena devastadora que siento yo", ha apuntado. "Hemos sufrido demasiadas tragedias como esta los últimos años", ha manifestado, agregando a continuación: "Vamos a tener que unirnos y tomar medidas significativas para prevenir futuras tragedias como esta".

El incidente ha comenzado a las 09.40 -las 15.40 horas en España-, en la escuela primaria Sandy Hook cuando una persona armada hizo aparición en la principal oficina del centro y comenzó a abrir fuego de manera indiscriminada. Varios grupos de niños consiguieron salir acompañados por sus profesores pero una hora después del incidente todavía quedaban menores en la escuela, según algunos padres.

Las imágenes de televisión muestran a unos padres angustiados, fundidos en abrazos con otros familiares y pendientes de sus teléfonos en todo momento. Richard Wilford, padre de un alumno de la escuela, se preguntaba desesperado: "¿Qué piensa un padre dirigiéndose a una escuela donde hay un tiroteo? Es el momento más aterrador de la vida de un padre ... No tienes ni idea". Wilford ha explicado al 'Hartford Courant' que su hijo Sandy, de unos siete años, dijo que había escuchado "cacerolas cayendo" cuando sonaron los disparos. La maestra salió a ver qué pasaba, volvió al aula, cerró la puerta y dijo a los alumnos que se agruparan todos en una esquina, ha añadido.

"(Mi hija) Estaba en una clase pequeña, en un grupo de lectura, cuando oyó explosiones", ha explicado a la cadena Fox News Lisa Procaccini. "Su maestro, y le estoy agradecida por ello, se resguardó con los niños en el cuarto de baño y cerró la puerta. Les dijo que tan solo eran golpes y tratasen de mantener la calma", ha declarado a las puertas del centro.

El lugar permanece rodeado por agentes de Policía fuertemente armados. Todas las escuelas de la ciudad se encuentran cerradas y los escolares han sido alojados en un cuartel de bomberos que se encuentra en las inmediaciones del lugar del tiroteo. La escuela está en un barrio residencial a unos 100 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, y cuenta con 39 profesores y 650 estudiantes.

El de Connecticut es el segundo tiroteo con más muertos de la historia del país, por detrás del ocurrido el 16 de abril de 2007 en Virginia Tech, que dejó 32 muertos.