Qué pasó con los responsables de los «otros» Madrid Arena
Penas de cárcel, indemnizaciones millonarias, dimisiones y cancelación de los eventos han sido las consecuencias habituales, aunque en otros casos nada cambió tras la tragedia
fernando muñoz
Los eventos catastróficos como el ocurrido la fatídica noche de Halloween en el Madrid Arena se han venido produciendo en los últimos años con demasiada frecuencia. Festivales al aire libre , discotecas que se convierten en ratoneras o eventos techno en ... grandes pabellones que no están preparados para acoger esa cantidad de gente, han sido los escenarios de estas desgraciadas catástrofes que bien se podrían haber evitado .
Estados Unidos, Argentina, Alemania, Marruecos e incluso España antes del Madrid Arena, fueron testigos de sucesos similares. El estupor y la impotencia que se vivió el día 31 en nuestro país ya había recorrido antes otros lugares, viendo como una noche de fiesta que se debería haber salvado con normalidad se convierte en una tragedia para todos.
Pero no en todos los lugares se ha actuado igual. Las consecuencias que devienen de los sucesos varían ostensiblemente según los países . ¿Qué ocurrió con los responsables de las imprudencias que provocaron estas muertes?
Dimisión en Duisburgo por la Love Parade
El caso más paradigmático se produjo en la ciudad alemana de Duisburgo en 2010. El Love Parade , uno de los macrofestivales de música electrónica más importantes del mundo y cuya organización era itinerante –en 2005 se celebró en Santiago de Compostela– acabó con 21 muertos (dos españolas incluidas) y más de 300 heridos . La aglomeración y posterior avalancha en el túnel de acceso al recinto fue el causante pero, ¿qué pasó con los responsables?
El love parade era anhelado por un gran numero de ciudades, sobre todo alemanas, se disputaban cada año acoger el evento que dejaba en las arcas municipales decenas de millones de euros. Sin embargo, el interés por ahorrar costes, las disputas entre ayuntamiento y empresa organizadora por ver quién pagaba la seguridad y la limpieza , fueron elementos indispensables para que acabara pasando lo que por desgracia se pudo haber evitado.
La primera consecuencia fue clara, el evento se suspendió para siempre . Los organizadores anunciaron nada más conocerse la tragedia que nunca más se celebraría otra Love Parade .
En el plano político, lo ocurrido con Adolf Sauerland, alcalde de Duisburgo, fue lo más llamativo del caso. El gestor se enrocó en el cargo y advirtió que no dimitiría ya que no se sentía responsable . No llego a admitir su culpa ni a pedir perdón, lo que provocó fuertes protestas entre sus convecinos que incluso le prohibieron acudir a los actos de homenaje a las víctimas. El alcalde recibió fuertes presiones de su partido para que se fuera y se produjeron decenas de manifestaciones pidiendo que abandonara su cargo; pero él no escuchaba. No fue hasta febrero de 2012 cuando un referéndum en la localidad expulsó al alcalde con un 85% de votos en contra.
Escándalo, corrupción y sentencia ejemplar en Argentina
Víspera de la nochevieja de 2004 en Buenos Aires . Un concierto de rock en una sala a rebosar con miles de personas –4.500 de las 1.400 que permitía el aforo– y un descerebrado que lanzo un petardo con la mala suerte que impactó sobre una zona en la que había plásticos y poliuretano. El incendio fue inmediato dejando 194 muertos y casi 1.500 heridos .
El caso de la discoteca Cromañón ha sido el más grave de este tipo sucedido hasta la época, y también el que más repercusiones políticas, sociales, culturales y de asunción de responsabilidades ha tenido.
En primer lugar fueron inspeccionados centenares de locales en la ciudad, muchos de los cuales se clausuraron . Las normas de este tipo de establecimiento se cambiaron radicalmente a nivel estatal para hacer más seguros los recintos.
Por otra parte, tanto el gerente como el coordinador del local fueron detenidos , siendo el primero acusado de homicidio por las 194 muertes. Además el mánager y el encargado de seguridad del recinto fueron también arrestados . Todos ellos tuvieron que asumir fuertes indemnizaciones.
Las acusaciones llegaron a la esfera pública. Cinco policías fueron detenidos por cohecho y aceptar «mordida» de los responsables. A nivel político se enjuició al Jefe de Gobierno de la ciudad , Anibal Ibarra, al que consideraron responsable de lo sucedido y del que ordenaron su destitución tras un juicio político.
«Culpa de la gente» en Rabat
En Rabat la tragedia aterrizó sobre un campo de fútbol un 24 de mayo de 2009 . 11 personas murieron aplastadas por una avalancha humana durante la celebración de un festival en el estadio Hay Nahda . El suceso se produjo tras el concierto de un famoso rapero marroquí, entonces, las 70.000 personas que allí estaban, quisieron salir rápido para ver otros espectáculos en la ciudad, entre ellos uno de Stevie Wonder. Pero sólo había dos salidas, una de ellas cerrada, y lo trágico se hizo inevitable . Como suele ocurrir en estos sucesos, el detonante es una valla que se cae, y a partir de ahí la marea humana se hace incontrolable.
El ministro del Interior anunció una i nvestigación en profundidad , pero las aclaraciones fueron obscenas. Las fuerzas de seguridad escurrieron el bulto y arguyeron que había 3.000 policías para 70.000 asistentes, una cifra más que de sobra. Además el aforo era de 85.000 personas, por lo que el exceso de gente no fue la causa. Estos datos le sirvieron de respaldo al gobernador de Rabat, Hasan Amrani, para culpabilizar al público ya que aseguró que intentaron salir por una puerta cerrada para ahorrar tiempo .Sin embargo, testigos presenciales denunciaron a Efe que fueron los propios policías los que cerraron una de las dos únicas salidas disponibles y después no intervinieron durante la avalancha.
Así pues, las responsabilidades se fueron pasando de uno a otro y no se declararon responsables de alto nivel . El evento se sigue celebrando año a año reuniendo a grandes estrellas internacionales y locales. El rey de Marruecos, en un acto populista, anunció que pagaría los costes del entierro de los fallecidos.
«Mala suerte» en Dinamarca
Julio de 2000, Festival de Roskilde, Dinamarca , del que los organizadores presumían de ser el evento de este tipo más seguro del mundo. Ocho jóvenes fallecieron y 26 resultaron heridos durante un concierto al aire libre . Los hechos ocurrieron cuando una multitud trató de acercarse al escenario donde actuaba Pearl Jam y la valla más cercana a las tablas cedió. El grupo vio como sus fans morían a escasos metros suyos, lo que les llevó a suspender varios conciertos e incluso a plantearse su disolución como banda , ya que creían que fueron los responsables de los muertos.
Tras el suceso poco cambió en el festival, que se sigue celebrando . Se achacó lo ocurrido a un golpe de mala suerte y a un accidente ajeno a la organización, por lo que lo único que se ha hecho ha sido mejorar algunas facetas en materia de seguridad –más miembros de staff y menor venta de bebidas con alcohol–. Pero nada les ha hecho plantearse la suspensión, ni si quiera la reincidencia. En 2011 una joven falleció en el mismo lugar tras escalar a una altura de más de 30 metros y lanzarse al vacío.
Rusia, China y Tailandia
Entre 2008 y 2009 se produjeron tres graves incendios en sendas discotecas de Rusia, China y Tailandia, con un total de 265 fallecidos . En el caso Ruso, se clausuraron varios locales tras desestimar la primera hipótesis en la que se pensaba que era un ataque terrorista, pero más allá de esto no hubo consecuencias. Por el contrario, en los dos países asiáticos, los que organizaron los eventos fueron castigados . Se detuvo a los responsables y se les criminalizó en ambos casos con importantes condenas e indemnizaciones . A nivel político no se dirimieron responsabilidades en ninguno de los tres países.
Mientras en España, la única medida en claro ha sido la que anunció en su momento la alcaldesa Ana Botella por la que los recintos municipales nunca más volverían a ser alquilados para este tipo de eventos. A nivel político, dimitió el delegado de Economía del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo , tras ser imputado en el caso Madrid Arena.
Por otra parte, el promotor del evento, Miguel Ángel Flores , y la empresa Diviertt , siguen organizando fiestas . Todo ello pese a que el juez encontró 16.791 entradas en ocho urnas en el Madrid Arena .
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