Más de 10.000 personas salen de México hacia EE.UU. en la mayor caravana de migrantes del año

Según reportó la agencia EFE, la caravana, integrada mayoritariamente por familias, atravesó retenes militares en Chiapas y en ningún momento hubo un intento por detenerlos o frenar su paso.

La caravana, por su densidad, funciona para los migrantes como un salvoconducto seguro ante los peligros habituales del camino, habitualmente ocasionados por grupos delictivos que buscan secuestrarlos para pedir recompensas a sus familias, esclavizarlos en sus unidades de negocios o directamente utilizarlos para la trata de personas.

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El portavoz del Departamento de Estado dijo que Blinken pretende conversar con Andrés Manuel López Obrador en los términos de la Declaración sobre Migración firmada en Los Ángeles en junio del año pasado.

Se trata de un documento que se acordó en la última Cumbre de las Américas realizada en California que tiene un enfoque humanitario del fenómeno migratorio y donde se defiende el derecho a las solicitudes de asilo. «Nos comprometemos a proteger la seguridad y la dignidad de todos los migrantes, refugiados, solicitantes de asilo y apátridas, independientemente de su calidad migratoria, y a respetar sus derechos humanos y libertades fundamentales», dice la Declaración en su segundo párrafo.

Este es el punto más álgido de lo que se conversará en esta capital porque la administración demócrata tendría, según la prensa estadounidense, la intención de revisar ese mecanismo para blindar la frontera y que así los republicanos del Capitolio le aprueben a Joe Biden un apoyo de más de 60.000 millones de dólares para la guerra de Ucrania.

Si bien México acompañó esa Declaración de Los Ángeles, López Obrador no asistió a la Cumbre en protesta a la decisión de Biden de no invitar a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Y es que el presidente mexicano tiene la meta constante de lograr un nuevo deshielo entre Washington y La Habana, similar al que intentó Barack Obama en su segundo mandato.

López Obrador se mantiene en su discurso de que el único modo de frenar la migración es generar inversiones y empleos en el sur de México y en Centroamérica. En el Gobierno mexicano señalan a la vicepresidente Kamala Harris por la lentitud en esa línea de acción. La vicepresidente demócrata prometió al inicio de la administración Biden una inyección de recursos en Centroamérica que nunca sucedió.

En el entorno de López Obrador también cuestionan que Biden nunca avanzó con una reforma migratoria que beneficie a los millones de mexicanos indocumentados que viven en Estados Unidos. Desde la Casa Blanca le han explicado en reiteradas ocasiones que los demócratas nunca tuvieron, en la actual administración, un dominio legislativo que pudiera hacer factible esa reforma.

El presidente mexicano tiene en el drama migratorio su principal llave de negociación frente a Biden y por eso, a pesar de que sus políticas económicas de corte nacionalista afectan intereses de empresas de Estados Unidos, todavía los demócratas no han impulsado sanciones contra México en el mecanismo de arbitraje del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Actualmente hay disputas en curso en sectores muy amplios del comercio entre los dos países como son las energías limpias, el automotriz y la producción alimenticia.

La semana pasada, sin embargo, hubo una advertencia desde Washington cuando se ordenó durante cinco días el cierre de cruces ferroviarios en Texas lo cual generó perdidas, según el empresariado mexicano, por más de 800 millones de dólares. Este es el mecanismo de presión con el que Blinken llega a México.

Con este panorama, el comercio, la seguridad y la migración se entrelazan en la agenda bilateral y por eso Blinken estará acompañado por el secretario de Seguridad Interior Alejandro Mayorkas y por la asesora de Seguridad de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall. Mayorkas es quien negocia la política fronteriza con los senadores republicanos, quienes hasta hace solo algunos meses querían hacerle un juicio político por presuntas negligencias en esa materia.

Desde la Cancillería mexicana comentaron a ABC, bajo condición de anonimato, que esperan una fuerte presión de Mayorkas para que, como primera medida, México realice un blindaje absoluto de su frontera con Centroamérica.

La visita es una continuidad de la conversación telefónica que el pasado jueves tuvieron López Obrador y Biden. Antes de esa llamada, ante los reporteros que lo cubren a diario, el presidente mexicano se permitió ironizar al decir que tal vez su homólogo lo llamaba para desearle una «feliz navidad».

Este martes, respecto a los intercambios previstos para hoy miércoles con la delegación de Washington, López Obrador dijo que él fue quien invitó a Blinken a México para tratar la agenda migratoria.