-P ¿Ha hecho televisión, cine, teatro...con qué se queda?
-R Me quedo con el teatro. Sí he hecho casi de todo. El cine, bueno...no está mal, pero lo que no me ha gustado ha sido la televisión, casi siempre he hecho cosas en este medio por compromiso. En el teatro está la conexión con el público, no tienes nervios porque vienes a tu casa, pero sí sientes una responsabilidad. Lo más grande es acabar la función y que la gente se levante, te ovacione; muchas veces me meto en la cama y pienso, ¡cómo aplaudían hoy!, o cuando me gritan que no me vaya...me sigo emocionando con eso a pesar de los años. El teatro es mi mejor medicina, cuando tienes un dolor de muelas, de cabeza...sales a escena y se te olvida.
La vida en el teatro es muy activa, no es como ir a la oficina...que es rutinario; el teatro puede parecerlo, pero no lo es, aunque todos los días interpretas lo mismo el público es diferente, los espectadores transmiten mucho y si durante los 5 primeros minutos no se ríen mal vamos..entonces tienes que poner matices a la actuación para enganchar a quienes te escuchan. Además cuando hacía giras de muchos meses, y viajaba a diferentes ciudades cada día era una aventura.