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Fiesta
en el escenario
La
cartelera teatral madrileña ha sufrido en los últimos años
una sustancial metaformosis, con la implantación —ha habido
muchos intentos pero parece que esta vez es definitiva— en nuestros
escenarios del musical. Se trata, en realidad, de un «reciclaje»,
ya que Madrid ha sido tradicionalmente un campo fértil para este
género, cultivado con profusión en nuestro país con
el nombre de zarzuela. La globalización, sin embargo, ha llegado
al teatro hace mucho tiempo, y los musicales fundamentalmente de origen
anglosajón (el West End londinense y el Broadway neoyorquino) triunfan
en el mundo entero.
Madrid no ha sido ajena a esta moda, y poco a poco (no se trata de una
invasión como algunos protestan) van llegando algunos de los títulos
punteros del género. Actualmente triunfa en la capital «Mamma
Mía!» (teatro Lope de Vega), un musical basado en
las canciones del grupo sueco ABBA. Protagonizado por Nina, Marta Valverde
y Paula Sebastián, busca la complicidad del público a través
de una historia simple en la que se han incrustado un puñado de
temas tan populares como son «Mamma Mia!», «Chiquitita»
o «Dancing Queen».
Al rebufo de la moda creada por este musical, se ha estrenado en Madrid
con gran estrépito publicitario un título propio: «Hoy
no me puedo levantar»(teatro Movistar). Nacho Cano, uno
de los vértices de Mecano, ha querido rentabilizar el enorme éxito
del trío, su incuestionable liderazgo en nuestra música
y su implantación dentro de la sociedad española para tejer
un espectáculo que reaviva la nostalgia de los ochenta, y donde
suenan canciones como la que da título a la obra, «Maquíllate»,
«Hijo de la Luna», «Cruz de navajas» o «Un
año más».
También triunfa en la cartelera madrileña un clásico
como «Cabaret» (Nuevo Teatro Alcalá),
de una de las grandes parejas del género: John Kander y Fred Ebb.
La revisión de esta obra (que tiene ya más de treinta y
cinco años de vida) la firman dos espléndidos cineastas,
Sam Mendes y Rob Marshall, y vio la luz en Nueva York en 1998. Aquí
la interpretan Natalia Millán, Armando Pita y Manuel Bandera.
Estos tres títulos son el mascarón de proa de una cartelera
teatral que suele, en el mes de mayo, comenzar a declinar, pero que presenta
una oferta variada y sugestiva. Una de ellas es
«Hoy, el “Diario de Adán y Eva”, de
Mark Twain» (Reina Victoria), escrita y protagonizada por
Miguel Ángel Solá y Blanca Oteyza, con dirección
de Manuel González Gil. Se trata de una joya emocionante que quiere
rendir homenaje a la radio y que despierta los mejores sentimientos del
espectador.
«La cena» (Bellas Artes), del francés
Jean Claude Brisville, es otra fascinante pieza teatral: un duelo interpretativo
entre dos extraordinarios actores, José María Flotats (también
director de la función) y Carmelo Gómez, convertidos en
figuras históricas de los tiempos de la Revolución francesa
y que brindan cada noche dosis del mejor teatro.
Jordi Galcerán es el autor de «El método Gronholm»(Marquina),
uno de los grandes éxitos de la temporada (la obra se estrenó
simultáneamente en Barcelona, y ahora acaba de llegar a Buenos
Aires). Se trata de una feroz sátira (envuelta en comedia) sobre
el mundo laboral, y que ofrece cuatro brillantes interpretaciones: Carlos
Hipólito, Cristina Marcos, Jorge Roelas y Jorge Bosch.
Se cumplen en 2005 los cien años del nacimiento de Miguel Mihura,
y en homenaje a este dramaturgo se ha repuesto «Melocotón
en almíbar» (Príncipe Gran Vía), uno
de sus títulos más populares y divertidos, y que cuenta
con Ana María Vidal como protagonista. Otro autor español
«repudiado» es Alfonso Paso, en otros tiempos rey indiscutible
de la cartelera madrileña. De él es «Vamos a contar
mentiras» (Real Cinema), una divertidísima comedia clásica
que ha supuesto el debut en la dirección de Jaime Blanch.
Y gamberra, descarada y terriblemente divertida es «Esta noche viene
Pedro» (Calderón), un homenaje de las Diabéticas Aceleradas
a ese mundo umbrío y despintado del cabaret.
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