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La reconocida calidad de vida de Las Rozas tiene uno de sus puntales en su urbanismo: bloques abiertos y viviendas unifamiliares, un máximo de tres alturas, abundantes zonas verdes y equipamientos... La localidad se ha convertido en un imán para miles de nuevos vecinos que, especialmente en las últimas dos décadas, se han instalado en su extenso término municipal, aunque cerca de la mitad del total se encuentra protegido al formar parte de las cuencas del Manzanares y del Guadarrama.
Este modelo de urbanismo, no obstante, tiene un límite, y el Gobierno municipal ha decidido que ya ha llegado la hora de que concluya el crecimiento roceño, que ha motivado que la localidad pasara de sus 35.000 vecinos de 1991 a los casi 55.000 en 2000, según cifras regionales, y de los 72.000 de año pasado a cerca de 83.000 este año, según datos municipales.
Por esta tendencia que se repite en tantas otras localidades de la región, entre otras razones, el Ayuntamiento ha decidido acometer un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que plantea cerrar urbanísticamente la localidad, estableciendo un tope poblacional de unos 110.000 vecinos.
Este techo de Las Rozas llegará en torno a los próximos 20 años con la construcción de las nuevas viviendas que contempla el Plan General: de 5.000 a unas 7.500 de máximo, la mitad de ellas con algún tipo de protección, según los datos municipales.
La oposición, en cambio, se opone al nuevo PGOU y cifra las nuevas viviendas en miles más, lo que es calificado a su vez por el Gobierno local de «intento de crear alarmismo».
«No hay muchas novedades en el nuevo texto, no es un Plan General al uso, sino que afecta a una parte muy concreta del municipio: las zonas conocidas como La Retorna, la Fuente del Cura y la Cervera. La intención política de este PGOU es cerrar ya el municipio, dejar claro el techo poblacional y planificar las infraestructuras necesarias de esa población que va a venir. El Plan también nos va a valer para subsanar errores que tenía el anterior, de 1994», detalla el alcalde, Bonifacio de Santiago.
En marcha en 2007
Según sus cálculos, el nuevo Plan General estará aprobado provisionalmente «en noviembre o diciembre» de este mismo año, y espera que el nuevo texto que marque el crecimiento roceño esté en marcha antes de que concluya la actual legislatura: «Hombre, en el momento de aprobarlo provisionalmente ya estará en manos de la Comunidad de Madrid, y tampoco es un Plan que prevea 50.000 viviendas, y es un Plan donde ya se contemplan todas las infraestructuras», prosigue De Santiago.
Infraestructuras y servicios. Equipamientos. Ésa es la gran obsesión del Ayuntamiento, dotar perfectamente a cada uno de sus núcleos de población, muy dispersos entre sí en barrios y urbanizaciones a lo largo y ancho de su extenso término municipal (58,1 kilómetros cuadrados).
Polideportivos, parques y jardines, centros sociales, de ocio y salud, colegios, transportes y vías de comunicación... el Consistorio quiere que ningún vecino de Las Rozas, viva donde viva, disfrute de menos servicios que los residentes en el centro o en Las Matas, por ejemplo, los dos núcleos más representativos de la localidad.
El nuevo Plan General, además, prevé seguir apostando por dotar a la localidad de un tejido económico no contaminante que pueda convivir perfectamente entre casas: fundamentalmente oficinas y centros comerciales.
El principal ejemplo de esta política es el Parque Empresarial, donde se alternan armoniosamente oficinas y viviendas. La llegada de las instalaciones de la Bolsa a la localidad es otro ejemplo de que generación de riqueza y residencia pueden convivir sin problemas.
Casas protegidas
La mitad del total de las viviendas construidas en virtud del futuro nuevo Plan General contarán con algún tipo de protección. La gran mayoría de sus ocupantes no incrementarán la población de la localidad puesto que ya son vecinos: y es que, como primera condición para acceder a estas viviendas, deberán llevar empadronados en Las Rozas desde, al menos, diez años.
«Pretendemos que los chicos que han pasado aquí su juventud puedan quedarse y no se tengan que ir a vivir a otras localidades, como les está pasando a muchos», apuntan desde el Ayuntamiento.
El Consistorio firmó el pasado mes de enero un convenio de colaboración con la propia presidenta regional, Esperanza Aguirre, para para la construcción de las primeras 600 viviendas del Plan Joven regional de alquiler con opción a compra en el municipio. Este proyecto será la principal vía con la que el Consistorio materialice su apuesta por la vivienda protegida.
«Cuando se apruebe el Plan General se ampliarán las 600 viviendas ya firmadas del Plan Joven a 2.400 más, y estarán en los mejores núcleos de población que hay ahora mismo en Las Rozas, si se puede decir que hay alguno mejor que otro: El Montecillo y La Marazuela», explica el alcalde, que remarca que, aunque sea vivienda municipal, «no será social»
Vivienda pública, no social.
«Como lo que más encarece ahora una vivienda es el precio del suelo, a los jóvenes y menos jóvenes de este municipio con menos recursos el Ayuntamiento les da el suelo gratis, les hace las viviendas y luego las sortea con un baremo. Pero no hablo de viviendas sociales, hablo de viviendas unifamiliares», justifica.
Los inquilinos de los pisos adheridos al Plan Joven pagarán una renta mensual de 515 euros durante siete años. Pasado ese tiempo, podrán ejercer el derecho a compra por un precio final de 139.000 euros, según fuentes municipales, «lo que supone un ahorro del 54 por ciento respecto del precio de mercado estimado».
Los pisos serán de 70 metros cuadrados como máximo, más garaje y trastero, y estarán destinados a jóvenes roceños menores de 35 años y con ingresos inferiores a 5.5 veces el antiguo salario mínimo. En la actualidad hay unos 20.000 roceños con edades comprendidas entre los 18 y 35 años.
Estas viviendas públicas las acometerá la Empresa Municipal de la Gestión Urbanística y Vivienda (EMGV), que ya ha acometido la construcción de 44 casas con protección en Las Matas. Además de las 600 viviendas adheridas al Plan Joven y ya firmadas, la EMGV también se encargará de más casas, por el momento de otras 200 de venta libre.
Sus responsables ya se han puesto manos a la obra para convertir en realidad estas 800 primeras viviendas, y ya cuentan con los proyectos y fichado a los arquitectos, ocho estudios en concreto.
Según informó el Ayuntamiento, cada equipo de los ocho seleccionados se encargará de proyectar 100 viviendas, y está previsto que se presenten los proyectos el próximo mes de octubre. La primera piedra de las 800 viviendas se prevé que se coloquen entre finales de este año y principios del próximo.
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