Los orígenes del Principado de Asturias
por Luis Suárez Fernández (De la Real Academia de la Historia Luis Suárez)

La necesidad de otorgar un señorío al Heredero ya designado de la Corona, se plantea antes en Inglaterra (Principado de Gales) y en Francia (Delfinado) que en España.

Se trataba de otorgar a quien se preparaba para ocupar el trono recursos que le permitiesen aprenderexperimentalmente las funciones de Gobierno. De estemodo el Rey, que ejerce la plenitudo potestatis, comparte el ejercicio de ésta con quien debe sucederle, estableciéndose de este modo una interrelación, normalmente de padre e hijo, que garantiza sobradamente la transición.

En el caso de España es necesario tener en cuenta que Asturias es el origen de la Reconquista, tierra sacralizada con las reliquias de Oviedo, y también el señorío de donde partiera la dinastía. Pues aunque Enrique II comenzara siendo denominado conde de Trastámara, él prefería utilizarlas armas del señorío de Noreña que le transmitiera su padre adoptivo Rodrigo Álvarez de las Asturias.
Un bastardo de Enrique II llamado Alfonso, cuyos descendientes instalaran el apellido Noronha en Portugal y en una isla del Atlántico, estuvo a punto de provocar una muy seria perturbación, tratando de asumir el dominio sobre la mayor parte del territorio asturiano con el título de conde deNoreña y de Gijón.

Parte del patrimonio Para evitar un acto de rebeldía o de traición, su hermano legítimo, el Rey Juan I se vio en la precisión de despojarle de sus señoríos, yaen 1381. Entonces nació la primera idea de que Asturias fuera parte indivisible del patrimonio de la Corona siendo gobernada directamente por ésta como ya lo eraVizcaya. Pero en 1387 el duque de Lancaster, Juan de Gante, que reclamaba para su esposa Constanza, los derechos de Pedro I, intentó invadir Castilla levantando un partido petrista. Fracasó. Pero entonces el rey y el duque, que usaban elmismo nombre, Juan, tomaron la decisión de liquidar la contienda civil mediante una fusión entre las dos ramas de la dinastía. Catalina, hijadel duque, casaría con Enrique, heredero del trono. Esto sucede en 1388, que es el año en que se reúnen las Cortes de Bribiesca, con laintención de reforzar laestructurade laMonarquía.Es entoncescuando Juan I decide dar el paso decisivo y crearparasu hijo elPrincipado deAsturias.

La institución tuvo lugar en agostodeeste año, unmes antes de quese celebraraelmatrimonio, en Soria. De modo que Catalina vino a España para ser Princesa de Asturias. Es como el anuncio de lasuertede su descendiente, tambiénCatalina, que viajó a Inglaterrapara ser Princesa de Gales. De acuerdo con las Cortes, el Principado sería único. Quiere decirse con ello que en la escalajerárquica de la nobleza sólo el Heredero podría titularse Príncipe: por debajo venía la jerarquía de duques, marqueses, condes o barones. Deestemodoel gobiernodelPrincipado no era una delegación sino una parte de la suprema potestad. Para Asturias un beneficio muy notable: iba a disponer de una Junta que era equivalente de las Cortes en el Reino.

Las rentas reales del Principado permitían sostener la Casa del Príncipe que tenía sus propios miembros. Para el comercio exterior asturiano eraunabuenaventaja. Esto nos ayuda a pensar en la gravedad que revistió el paso de Godoy cuando fue oficialmente titulado Príncipe de la Paz.
Las suspicacias de Fernando VII no carecían de base. La falta de herederos varones hasta el último instante de la vida de Enrique III, y después el hecho de que Juan II fuera Rey desde la cuna, impidieron que durante más de medio siglo el Principado, englobado en el Patrimonio Real, tuviera un titular en condiciones de ejercer la función. Pero las Cortes mantuvieron el principio fundamental: es muy bueno para la Corona que el Heredero, obligado a ser íntimo colaborador del Monarca, tuviera funciones propias asignadas, evitándose así un exceso de poder por parte de la nobleza. Un texto fundamental de las Cortes de Toledo de 1480 nos permite afirmar que no se trata de suposiciones, sinode realidades políticas. Don Álvaro de Luna retrasó cuanto pudo la entrega del Principado al heredero de Juan II, futuro Enrique IV. Pero en 1444, cuando estaba en juego la decisión suprema, estepríncipenoseconformó con el título; exigió la entrega. Yasí duranteocho años pudo disponeryejercer el Gobierno.

Por desgracia para Asturias y para laCorona, Enrique contaba con pocas dotes de energía. Eramuy capaz de entender la importancia que revestía el Principado, pero a la hora de ejercer el Gobierno prefería delegar en nobles, especialmente los Quiñones quebuscabanelmedio de incorporarseñoríos a su condado de Luna. Asturias padeció cuatro «sacadas», es decir, una merma. En el momento del gran desarrollo económico, esto significaba un perjuiciomuy serio.