Abderramán II
Fue el cuarto de los soberanos omeyas de Al-Andalus. A los
treinta años sucedió en el trono a su padre, Alhaken I. Arrastró tras su figura una
importante corriente de simpatía y ello provocó que su gobierno no se viera salpicada
por demasiados conflictos. Sólo hubo de hacer frente a tres sublevaciones, bereberes y
muladíes, dos de cierta importancia que tuvieron como escenarios Mérida, Sevilla y
Toledo.
Las tropas de Abderramán II intentaron apoderarse
de varias regiones del norte de la Península, lográndolo con relativo éxito en los
casos de Álava y Castilla, y fracasando en Barcelona, Gerona y las tierras gallegas.
Fue el responsable de la primera ampliación de la
Mezquita que fundó Abderramán I, dado que el recinto plantado por éste resultaba
insufieciente para acoger a la importante comunidad de fieles que se concentraron en la
capital de Al-Andalus.
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