Kate y Gerry describían a Maddie como «encantadora, una niña muy despierta, con carácter y llena de energía». Su padre piensa que para lo pequeña que es, «tiene un gran sentido del humor». Estar con la familia, con los amigos y cuidar de sus hermanos, es así como Madeleine se divertía. «Ella es muy buena hermana, siempre pendiente de sus hermanos», explicaba Kate. Los McCann recordaban sonrientes los enormes abrazos que se daban sus tres hijos hace tan sólo unos meses. Estas declaraciones se producían en medio de una entrevista a los padre de Maddie antes de ser declarados sospechosos formales de la desaparición de su hija.
Tan sólo unas semanas más tarde, y una vez declarados sospechosos a los padres de Maddie, los McCann dejaron de conceder entrevistas y el diario de Kate desvelaba, según la prensa portuguesa, que consideraba que Madeleine era «una niña hiperactiva que le consume las fuerzas». Cuenta también que la madre de Maddie se queja de llevar sola el peso de la casa y de la familia porque su marido Gerry no le ayuda en dichas tareas.