Gerry y Kate McCann fueron declarados «sospechosos formales» el 7 de septimebre en el caso de la desaparición de su hija Madeleine tras cerca de casi veinte horas de interrogatorio. La Policía sospecha que pueden ser responsables de la muerte accidental de su hija y se les ha aplicado las medidas mínimas y obligatorias para la condición de sospechosos (conocida como «arguido» en el código penal luso) en materia de identidad y residencia.
Es decir, el matrimonio McCann no puede salir más de cinco días del país o de su domicilio oficial sin comunicárselo a las autoridades policiales. Desde ese día, los padres son los segundos sospechosos del «caso Maddie» al unirse al británico Robert Murat, constituido también como sospechoso formal el 14 de mayo.
Apenas habían dado las once de la mañana en Portugal cuando Kate McCann bajaba del coche acompañada por uno de los portavoces de la familia, David Huges, para continuar declarando en las instalaciones del Departamento de Investigación Criminal (DIC) de la Policía Judicial (PJ) en Portimao, donde había prestó declaraciones desde las dos de la tarde hasta la una de la madrugada (las dos hora española).
El padre de Madeleine, Gerry, entró en las dependencias policiales a las 16,50 hora española, cinco minutos antes de que Kate abandonara la Jefatura. El interrogatorio de Gerry duró más de ocho horas y media. Tras su declaración también fue acusado oficialmente de ser «sospechoso formal», por lo que se encuentra en la misma posición que su mujer: deberá estar localizado y no ausentarse durante más de cinco días del país sin autorización policial.
El interrogatorio al matrimonio McCann se ha producido pocas horas después de que la Policía Judicial recibiese parte de los resultados de los análisis realizados a los vestigios biológicos encontrados tanto en el apartamento del que desapareció Madeleine como en más de diez vehículos inspeccionados por la Policía, entre ellos el coche de alquiler usado por la familia tras lo ocurrido y el de Robert Murat, el otro sospechoso en el caso
.La portavoz de la familia, Justine McGuinness, indicó que «la Policía cree que tiene pruebas que demuestran» que Kate «de alguna forma está envuelta en la muerte de su hija, lo que es completamente ridículo».
«Ellos sugieren que se encontró sangre en un coche que el matrimonio alquiló 25 días después de que Madeleine desapareciese», añadió. La hermanda de Gerry, Philomena también se mostró indignada. «Están sugiriendo que Kate mató accidentalmente a Madeleine, ocultó el cadáver, y luego se deshizo de él. Nunca he oído nada tan absurdo en toda mi vida».
Al mismo tiempo, Gerry McCann escribió el viernes en la página de Madeleine que «es ridículo» pensar que su mujer está envuelta en la desaparición de la niña y afirma que «Kate es completamente inocente» y que «no pararán hasta encontrar a Maddie».
En el momento de entrar a declarar Gerry McCann ya se había divulgado la noticia avanzada por las televisiones británicas Sky News y BBC de que la madre de Madeleine había sido declarada sospechosa formal en el caso de la desaparición de su hija. El rostro de Kate cambió al oír los abucheos de
las personas que esperaban su llegada. Muchos de ellos días antes habían manifestado su apoyo a la familia, ya fuese por las calles de la Praia da Luz o en los alrededores de la iglesia a la que el matrimonio acude casi a diario.
Inocente o culpable, lo cierto es que Kate y Gerry McCann ya no fueron vistos como antes por las muchas personas que han mostrado su solidaridad con los padres. Hasta ese momento, Robert Murat, de 33 años, era el único sospechoso del caso. Él fue interrogado más de doce horas y la Policía se llevó de su casa material diverso. Desde entonces la investigación no había dado nuevos nombres de
sospechosos hasta que ayer se hacía público el de la madre de Madeleine.
El portavoz de la PJ, el inspector Olegario Sousa, explicaba poco después de la salida de Kate McCann de las instalaciones judiciales que «legalmente la Policía no puede divulgar el nombre de individuos constituidos sospechosos. En el “caso Maddie” puedo únicamente decir que había un sospechoso (Robert Murat) y ahora hay dos».