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El resultado han sido los niveles de ocupación más
altos desde que Atenas se forjó una imagen como ciudad europea
y destino de fin de semana. Se han beneficiado todas las categorías,
desde los pequeños hoteles con encanto del centro comercial
de la ciudad, hasta los hoteles de cinco estrellas que atienden
a los visitantes profesionales y de negocios y a turistas de alto
poder adquisitivo.
Gianni Riatsch, Director General del Athens Hilton, residencia
oficial de los Juegos Olímpicos, confía en que los
resultados de 2006 sean incluso mejores.
“Durante el año que siguió a los Juegos Olímpicos
fuimos testigos de un notable aumento del índice de ocupación
de los hoteles atenienses. Las infraestructuras, comunicaciones
y transporte público de la ciudad han mejorado espectacularmente –todo
ello gracias a las Olimpiadas”, señala.
Riatsch atribuye el aumento del número de visitantes a
dos razones. La primera fue la exposición internacional
de Atenas durante las casi tres semanas de intensa cobertura televisiva
que recibieron los Juegos Olímpicos, lo que creó el
impulso necesario para convertir a la ciudad en centro de turismo
de conferencias y convenciones.
La segunda fue la decisión del gobierno de nombrar un Ministro
de Turismo y asignar más recursos a la promoción
de Grecia como destino de un turismo internacional de alto nivel.
“El problema es que Grecia ha fomentado durante años
un turismo barato. Ahora queremos modificar esta política
y desplazarnos a la parte superior del mercado. Esto requiere un
cambio de imagen que tomará algún tiempo”,
añade Riatsch.
Los hoteles atenienses ya habían realizado inversiones
por importe de 300 millones de dólares para renovar y mejorar
sus instalaciones anticipando los Juegos Olímpicos. El Hilton,
perteneciente al grupo bancario griego Alpha, se ha ampliado y
sus habitaciones y espacios públicos han sido objeto de
una profunda renovación.
El aspecto negativo de los Juegos Olímpicos es que Atenas
se ha convertido en un destino más caro, lo que sugiere
que tal vez sea difícil mantener la capacidad competitiva.
“Hemos de ser muy cuidadosos porque Atenas se ha convertido
en una ciudad cara. En el apartado de convenciones y reuniones
de empresa, perdemos negocio a favor de otras ciudades. Hemos de
frenar el aumento de los precios o Atenas puede verse empujada
fuera del mercado”, señala Riatsch.
El Grande Bretagne, el hotel más antiguo de la ciudad,
perteneciente a la cadena Starwood, destinó 85 millones
de euros a un amplio programa de remodelación en preparación
de los Juegos Olímpicos, que incluyó una inversión
superior a 3 millones en antigüedades para recrear la atmósfera
del hotel original del siglo XIX.
El Hotel, que se enorgullece de ofrecer servicios de “seis
estrellas”, es el lugar elegido por altos ejecutivos, delegaciones
oficiales y grupos de turistas de elevado poder adquisitivo.
“Este hotel es todo un símbolo en Atenas y, a efectos
prácticos, es la residencia en la que se alojan todos los
invitados del gobierno griego. Tenemos una reputación que
mantener”, señala Maurice Modiano, Presidente de Lampsa
Hellenic Hotels, empresa propietaria del Grande Bretagne.
El año pasado, Lampsa registró beneficios y distribuyó dividendos
entre sus accionistas por primera vez en 20 años.
Al igual que sus competidores, el Athenaeum Intercontinental Athens,
el mayor hotel de cinco estrellas de la ciudad, fue testigo de
un aumento considerable de sus índices de ocupación
en 2005.
Debido a su tamaño, el Intercontinental se centra en el
mercado de congresos y convenciones. Su exclusiva colección
de arte contemporáneo, expuesta en los espacios públicos
del hotel, lo diferencia del resto de los hoteles de cinco estrellas
de la ciudad.
“Queremos hacer del hotel uno de los principales centros
de congresos de Atenas. Hemos ampliado el espacio destinado a salones,
añadido nuevas salas de reuniones y reorganizado la logística.
Prevemos buenas perspectivas de negocio”, añade Panos
Panayotopoulos, Director General del hotel.
Pero Atenas necesita un centro integral de convenciones y congresos
para desarrollar su pleno potencial como ciudad de destino. Se
han demorado los planes de conversión de la antigua terminal
del aeropuerto internacional de Atenas en centro de congresos.
Entretanto, la Megaron Mousikis, sala de conciertos ateniense,
ofrece instalaciones de primera categoría para la celebración
de convenciones a pequeña escala en un emplazamiento próximo
al centro de la ciudad.
“Cuanto antes creemos el centro de congresos y convenciones,
antes obtendremos beneficios. Tan pronto Atenas disponga de ese
centro, se disparará la afluencia de visitantes”,
añade Panayotopoulos.
Aunque Atenas sigue siendo el principal destino urbano de Grecia,
la ciudad norteña de Tesalónica también ha
mejorado su oferta turística, creando en los últimos
tres años 800 nuevas plazas hoteleras.
Las amplias instalaciones destinadas a albergar ferias internacionales
han ayudado a hacer de Tesalónica el mayor puerto del norte
del Mar Egeo y centro de servicios y ocio de la región más
amplia del sur de los Balcanes. Tesalónica tiene fama de
poseer los mejores restaurantes y tabernas de Grecia.
El Hyatt Regency Thessaloniki, primer hotel griego de la cadena
Hyatt, ha sido también el primer hotel de cinco estrellas
de la ciudad. Fue construido para atender al público que
acudía al casino de la ciudad en el que los propietarios
de Hyatt y sus socios griegos poseen una participación mayoritaria.
“Llegamos con el paquete completo y establecimos las normas
que seguirían el resto de los hoteles de la región.
Esto ha ayudado a mejorar el conjunto del mercado”, señala
Emmanouil Matsakis, Director General del Hyatt Regency. “Y
desde luego, es impensable un gran centro turístico que
no disponga de casino”.
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