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JORNADA 30
5-1: Muchos complejos y muy pocas ganas del
Sevilla en el Bernabéu
JOSÉ MARÍA IGEÑO
El Madrid no tuvo que
emplearse a fondo para machacar al Sevilla, cuyo planteamiento defensivo se vino abajo en
cinco minutos con el primer gol. Esteban, pese a los cinco tantos encajados, evitó con
tres paradones que la goleada alcanzara una cifra sonrojante
Y menos mal que
estaba ahí Esteban, porque si no el Sevilla sale del Bernabéu pulverizando las marcas
más nefastas de su acomplejada historia en la Castellana. El Madrid le hizo cinco goles
como pudo haberle hecho tres o cuatro más, pero lo peor de todo es que lo hizo sin forzar
la máquina en momento alguno, favorecido siempre por los temores y la indolencia de un
Sevilla al que quieren ver en la capital con un permanente cuchillo entre los dientes y
que ayer, por no echarle, no le echó al partido ni ganas. Se lo tomó como una pesadilla
y la vivió deseando que acabara, quizá con la breve excepción del arranque de la
segunda mitad, de un cuarto de hora en el que se pareció algo a sí mismo con la
velocidad de Carlitos y algo de empuje colectivo. Pero antes y después de ese espejismo,
el equipo de Caparrós fue prácticamente un espectador del paseo militar que se
permitieron dar los Beckham, Ronaldo, Zidane, Solari y compañía.
La clave de la falta de actitud -porque la de calidad no es
noticia- del Sevilla en el Bernabéu pudo estar en lo pronto que se quedó obsoleto el
planteamiento defensivo con que los de Caparrós afrontaron el encuentro. Si a los cinco
minutos te hacen un primer gol -tremendo el fallo de Javi Navarro al intentar tapar el
pase de Beckham que aprovechó Solari para encarar a Esteban y abrir el marcador-, a ver
qué hace un equipo cuyos dos interiores son sendos laterales reconvertidos. Y si encima
los dos delanteros -Darío en su línea y Baptista negado- están completamente
descolgados del resto del equipo, todo son facilidades para un conjunto con el toque del
Real Madrid.
El Sevilla no se descompuso en principio en defensa, pero su
falta absoluta de mordiente arriba permitió a los de Queiroz tocar y tocar en espera de
algún desmarque en ruptura de Ronaldo, Raúl o Solari, el jugador más peligroso de los
locales en la primera parte. Si el pase que le había dado Beckham en el primer gol había
sido bueno, Pablo Alfaro mejoró la «asistencia» con un balón que puso al argentino en
inmejorable disposición de batir de nuevo a Esteban, que le hizo su primer paradón de la
noche. Poco pudo hacer, sin embargo, en la siguiente jugada del ataque madridista, a un
minuto del descanso. Beckham la puso en el área y Ronaldo -saltaba con él Daniel Alves-
hizo el dos-cero.
Caparrós acertó en el cambio de Carlitos por Darío, cuya
continuidad en el «once» titular ya es hora de que se cuestione. El delantero rompió
algunas veces en velocidad y el equipo entero apuntó una cierta reacción en el comienzo
de la segunda mitad. Hubo disparo, se produjeron faltas en zonas cercanas al área de
Casillas y el partido dejó de ser absolutamente tranquilo para el Madrid. La acción más
peligrosa de los visitantes, un remate de Carlitos que le sacó Casillas, terminó tras un
rechace y centro del propio Carlitos en penalti de Solari a Marañón. Baptista hizo su
única aportación a su equipo transformando el penalti y ahí acabó el espejismo. El
Madrid volvió a pisar algo el acelerador y, como en el primer tiempo, todo fue cuestión
de esperar a que fueran cayendo los fallos defensivos del Sevilla.
Esteban le hizo un nuevo paradón a Guti pero no pudo hacer
nada cuando, cinco minutos después del dos-uno, Zidane lo encaró completamente solo en
un fallo de Óscar, sustituto de Pablo Alfaro. El francés picó el balón sobre la salida
del portero sevillista y cualquier aspiración por parte del equipo de Caparrós pasó a
ser ya una quimera que no se creyó ni uno solo de los futbolistas vestidos ayer de rojo.
El único obstáculo para que el paseo madridista no
siguiera engordando la cuenta de goles era Esteban, que detuvo un peligrosísimo remate de
Zidane. Incluso paró el disparo de Ronaldo cuyo rechace aprovechó Míchel Salgado para
hacer el cuarto. El Sevilla sólo aspiraba ya a que llegaran cuanto antes los pitidos
finales de Losantos Omar, pero aún quedaba un último regalo, el de Redondo que permitió
a Ronaldo encarar mano a mano a Esteban, acomodarse una especie de penalti con el balón
en juego y hacer el quinto con la mayor comodidad.
Perder en el campo del Madrid era lo más probable, pero hacerlo de una forma tan
lastimosa, sin apuntar no ya algo de fútbol, sino un mínimo de ambición y
competitividad, no entraba en los cálculos de ningún sevillista. No era precisamente una
plaza idónea para que el equipo saliera de su dinámica de derrotas, pero dejar esa
imagen...
Ficha técnica
5 - Real Madrid: Iker Casillas; Salgado, Helguera, Raúl
Bravo, Roberto Carlos (Mejía, m.69); Beckham (Pavón, m.85), Guti; Zidane (Borja, m.80),
Raúl, Solari; y Ronaldo.
1 - Sevilla: Esteban; Daniel Alves (Gallardo, m.66), Javi Navarro, Alfaro (Oscar, m.46),
David; Redondo, Casquero, Martí, Marañón; Baptista; y Darío Silva (Carlos, m.46).
Goles: 1-0, M.6: Solari. 2-0, M.45: Ronaldo. 2-1, M.59: Baptista, de penalti. 3-1, M.64:
Zidane. 4-1, M.75: Míchel Salgado. 5-1, M.92: Ronaldo.
Arbitro: José Javier Losantos Omar (C. Vasco). Amonestó a Guti (m.19), Casquero (m.27),
Ronaldo (m.47), Daniel Alves (m.56), Helguera (m.57), Marañón (m.68), Míchel Salgado
(m.68).
Incidencias: Partido disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 65.000
espectadores. Terreno de juego rápido y resbaladizo, con bastante agua porque no paró de
llover durante toda la tarde-noche.
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