JORNADA 26
1-1: Con uno menos, el Sevilla fue
más
JOSÉ MARÍA IGEÑO
Pese
a encontrarse con un penalti en el primer minuto de partido y contar con uno más casi una
hora, el Betis no supo nunca jugarle a los de Caparrós. Los visitantes cerraron espacios
a la perfección en la segunda parte, se las arreglaron para que se jugara en campo rival
y crearon las mejores ocasiones.
SEVILLA. El tópico sigue engordando porque, entre otras
cosas, tiene mucho de verdad: el Sevilla juega los derbis bastante mejor que el Betis, los
vive de forma más competitiva incluso antes de que empiecen, se mete en su desarrollo con
todas las lecciones aprendidas y no permite que ninguna circunstancia adversa -ayer las
tuvo de las gordas y a las primeras de cambio- lo eche del partido. ¿Y el Betis? Pues
todo lo contrario. El equipo de Víctor Fernández se encontró ayer con un absurdo y
claro penalti cometido por Daniel Alves en el primer minuto de juego, se quitó de encima
gracias a ese penalti la ansiedad de tener que marcar y dispuso de casi una hora de juego
en superioridad numérica, por expulsión de Antoñito cuando ya el Sevilla había
igualado el marcador. Pero con uno más, no apareció por ningún lado el Betis sólido y
efectivo de las últimas semanas y tampoco surgió como cabía esperar, en el plano
individual, ni uno solo de los futbolistas llamados a ser desequilibrantes en este equipo,
léase Joaquín, Denilson, Alfonso, Capi...
En cambio, el Sevilla de Caparrós dio una lección de cómo
ocupar un campo de fútbol con diez jugadores, cerró espacios a la perfección, se las
arregló para que el juego se desarrollara más en el campo del Betis durante la segunda
parte, robó el balón con mucho peligro en posiciones adelantadas y dispuso de las
ocasiones más claras -dentro de que fue un encuentro con pocas situaciones de gol- para
llevarse el partido.
Derbis como el de anoche en Heliópolis llevan a plantearse
cuándo va a poder el Betis con el Sevilla de Caparrós, porque más a favor no se le
pueden poner las cosas a un equipo que además -nueve jornadas ya sin perder- está
enrachado. La figura del entrenador sevillista se antoja clave a la hora de buscar
respuestas a una superioridad que empieza a adquirir tintes hegemónicos, porque si bien
está jalonada por más empates que victorias, deja sensaciones con muy poco margen para
la duda. Si ayer salió el Sevilla de Heliópolis, pese al escaso botín que dan los
empates, con cara de vencedor fue porque tuvo poderosas razones para verse prácticamente
derrotado. Pero, al contrario de su rival, supo manejarse siempre en «clave derbi», le
cogió gusto a la pelea incluso en sus momentos de mayor apuro y explotó al máximo sus
recursos, incluidos momentos aislados de ese «otro fútbol» de parones y amagos de
tangana que tanto suelen desquiciar a los rivales. Caparrós tiene muchísimo que ver en
eso, pero también ha de considerársele el primer responsable de las virtudes
estrictamente futbolísticas que desplegó el Sevilla en una segunda parte formidable
desde el punto de vista táctico. El Betis no dispuso prácticamente de ninguna ocasión
de gol en la hora que jugó con uno más que el Sevilla y sí vio, en cambio, cómo su
rival creaba ocasiones para llevarse los tres puntos.
Los de Caparrós sólo tuvieron una «pájara» y fue
precisamente en el arranque. Córner en cesión absurda de David al portero y despeje con
la mano arriba de Daniel Alves, dentro del área, en ese saque de esquina. El Sevilla
pagó el despiste con el gol de Alfonso, pero en cuanto vio que el Betis no mordía se fue
soltando poco a poco, salió indemne gracias a Esteban de una falta magníficamente sacada
por Benjamín y enmendó su pifia inicial con un toque de calidad del que menos se
pensaba, Javi Navarro.
Antoñito le puso las cosas nuevamente cuesta arriba a su equipo por una doble amarilla
más atribuible a su propia falta de picardía que al rigor arbitral, pero el equipo -la
noche estaba metida en tópicos- jugó mejor con diez que con once. Sacó lo mejor de sí
mismo en la adversidad. Y escribió un capítulo más de esa leyenda doméstica que dibuja
hoy una sonrisa en la mitad de la Sevilla futbolística y un rictus de contrariedad en la
otra media.
Ficha técnica
Real Betis Balompié: Prats, Varela, Lembo, Juanito, Mingo (Luis Fernández, m.51); Ito, Benjamín;
Joaquín, Capi (Dani, m.80), Denilson (Ismael, m.74); Alfonso.
Sevilla FC: Esteban, Daniel (Sergio Ramos,
79), Pablo Alfaro, Javi Navarro; David; Redondo, Martí, Baptista, Antonio López
(Marañón, m.89); Darío Silva (Torrado, m.86) y Antoñito.
Goles: 1-0:
m.1, Alfonso, de penalti. 1-1: m.27, Javi Navarro.
Árbitro: Alfonso Pino Zamorano (Colegio Castellano-Manchego). Expulsó a Antoñito, por
doble amonestación (m.15 y 37), además mostró tarjeta amarilla a Daniel Alves (m.1), al
técnico Joaquín Caparrós (m.21), Antonio Alvarez, segundo entrenador (m.24), Mingo
(m.28), Luis Fernández (m.58).