JORNADA 19
1-1: Sólo faltó rematar la faena
JUAN MANUEL ÁVILA
PAMPLONA.
El Sevilla rozó la victoria en Pamplona, pero se tuvo que conformar con un empate que se
antoja escasa renta ante el despliegue de entrega, presión y oficio exhibido ayer tarde
ante Osasuna. Un trallazo de Julio Baptista al cazar un rechace dentro del área, sirvió
para adelantar a los de Nervión al inicio de la segunda parte, pero a siete minutos del
noventa, Pablo García sorprendió a Esteban en un lanzamiento de falta y estableció el
empate definitivo.
En una tarde encapotada, pero menos
fría de lo que se esperaba comparecían en el siempre complicado feudo rojillo los
equipos adiestrados por Javier Aguirre y Joaquín Caparrós.
En la formación inicial de
Osasuna destacaba la ausencia del internacional sub 21 Valdo, al que el técnico mexicano
quería dar un pequeño «tirón de orejas» por haber bajado su rendimiento en sus
últimas jornadas. En la posición habitual del jugador formado en la cantera del Real
Madrid se situaba Muñoz, que se encargaría de ayudar a Izquierdo en la marca de Reyes;
mientras que la baja del sancionado Antonio López la ocupaba el también lateral zurdo
Gorka García.
Once previsto
En el Sevilla el
once previsto y anunciado por Caparrós, con Casquero por Podestá -al que el técnico de
Utrera pretendía darle descanso pensando en la vuelta copera ante el Villarreal- y
Germán Hornos por el lesionado Darío Silva.
Lo cierto es que con estos mimbres
el cesto de la primera parte fue horrible. El choque, nunca mejor dicho, tuvo mucho de
combate y nada de espectáculo futbolístico. El maltrato al balón fue una constante por
parte y parte. Aunque Osasuna tiene algunos jugadores que saben manejar la pelota con
destreza, la presión sevillista acababa convenciendo de que lo mejor era apelar al
fútbol directo en busca de sus dos arietes y ello desembocaba en una reiteración de
saltos, encontronazos y cruces entre Javi Navarro y Aloisi y Pablo Alfaro y Webó. Se
apelaba al juego viril, nadie se arrugaba y Pérez Burrul tenía trabajo de sobra, aunque
algunas veces optara por ser benévolo, ya que de lo contrario no hubieran acabado el
partido varios de sus protagonistas. En las gradas rugía la hinchada local que casi
llenó el estadio y la tomó con los dos centrales sevillistas. Pero con ellos por delante
y el resto también muy metido en lo que estaba en juego, el primer tiempo transcurrió
sin que Esteban tuviera que realizar ninguna intervención digna de ser destacada.
Lo mismo se puede decir de
Sanzol. Ningún disparo del equipo blanco de Nervión encontró portería, salvo el que
lanzó Julio Baptista, en falta directa, en la última acción del primer tiempo. Hornos
estuvo muy perdido arriba, sin conectar nunca con el brasileño, que se mostró torpón en
los controles y tampoco entró mucho en juego.
La desdicha de
Casquero
A reseñar también
el infortunio una vez más de Javier Casquero, que a los nueve minutos tuvo que abandonar
el terreno de juego, después de que Aloisi cayera sobre su hombro tres minutos antes y
las molestias producidas por el golpe no le dejaran seguir en el campo. Lo suplió
Podestá, con lo que el pretendido descanso que le quería dar Caparrós en este choque se
fue al garete.
La fea y brusca primera parte
-Puñal debió ser expulsado por una durísima entrada al tobillo de Martí y también lo
pudo ser Pablo Alfaro si el árbitro llega a ver un manotazo del maño a Webó- sin goles
y sin un dominador claro.
Baptista sigue en
racha
Sin movimientos ni
en la pizarra ni de piezas se inició la segunda, pero a los dos de la reanudación el
Sevilla cobraba ventaja. Para hacer honor al choque la acción no fue elaborada, si no que
fue fruto de un rechace que cazó Julio Baptista de manera espléndida poniéndoselo
imposible a Sanzol.
El paulista conseguía así su
cuarto gol en una semana y noveno que suma entre Liga (seis) y Copa (tres).
El Sevilla siguió jugando a partir
de ahí con mucho sentido, muy aplicado en defensa, y sin descuidar las salidas al
contragolpe, pero le faltó más clarividencia arriba para haber dado el golpe definitivo
al equipo navarro.
Así Hornos no llegó a una
asistencia de cabeza de Baptista, en la que el uruguayo reclamó un penalti que no fue. En
otra contra con los mismos protagonistas, el brasileño no acertó a dar el pase de la
muerte al charrúa y dio tiempo a que se cruzase un defensa.
Mientras tanto, Esteban seguía
viendo como todo transcurría muy lejos de sus dominios. Un disparo alto de Aloisi fue lo
más cercano a ocasión por parte rojilla. Ni la salida del joven Valdo, ni la de los muy
queridos por la afición osasunista Alfredo e Iván Rosado aportaron soluciones que
hicieran peligrar el resultado para los de Caparrós.
Pero a siete minutos del
noventa Daniel Alves, que estuvo enorme con la pelota en los pies y muy entonado en
defensa, se precipitó al hacer una falta a Aloisi en las inmediaciones del área y Pablo
García -que debió ser expulsado muchos minutos antes tras pisarle la rodilla a Baptista
sin balón de por medio- la convertía en gol en un disparo al que no llegó Esteban.
Más cerca del 1-2
que del 2-1
En los minutos
finales fue el equipo de Caparrós el que estuvo más cerca de llevarse todo el botín en
juego. Pero ni Hornos, ni Martí acertaron en sus lanzamientos y un cabezazo de Baptista
tras un saque de esquina de Reyes fue salvado bajo palos por Alfredo. Tampoco la «perla
utrerana» escogió la mejor opción en un par de contras con ventaja numérica de los
vestidos de blanco.
El punto puede saber a poco a los
sevillistas, pero lo que sí evidenció su equipo ante el aguerrido Osasuna es que está
en una línea ascendente, que cada vez se parece más al de las dos temporadas anteriores,
pero que ahora cuenta con el salto cualitativo de contar con el sorprendente Julio
Baptista, que por mucho que no parezca brasileño a la hora de controlar el balón y
pasarlo compañero, se está destapando como todo un filón goleador aún por explotar.
El Sevilla que ha arrancado el 2004
vuelve a ilusionar y de momento está sacando con nota las pruebas del nuevo año.
Ficha
técnica
1 - Osasuna: Sanzol; Izquierdo,
Cruchaga, Josetxo, Gorka García; Muñoz(Alfredo, m.63), Puñal (Valdo, m.56), Pablo
García, Moha; Aloisi y Webó (Iván Rosado, m.75).
1 - Sevilla: Esteban; Daniel
Alves, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David; Redondo (Aitor Ocio, m.92), Martí, Casquero
(Podestá, m.9; Oscar, m.86), Reyes; Julio Baptista y Hornos.
Goles: 0-1, m.48: Julio Baptista.
1-1, m.83: Pablo García.
Arbitro: Pérez Burrull, del
Comité Cántabro. Amonestó a los locales Puñal (m.17), Izquierdo (m.73) y Sanzol
(m.80), y a los visitantes Javi Navarro (m.40), Redondo (m.45), Podestá (m.77) y Dani
Alves (m.82).